Problemas en los motores de los V-22 Osprey

Aunque los "marines" están entusiasmados sobre lo bien que funcionan en combate los tilt-rotor V-22 Osprey, en el teatro de operaciones estos aviones están quemando motores a un ritmo alarmante.

El tiempo medio del motor en funcionamiento está entre 100 y 200 horas. Una cifra peor que la que se había indicado hace tres años, cuando

la Armada amenazó con buscar un nuevo suministrador de motores, amenaza no realista que quería llamar la atención del contratista. En ese momento los motores tenían una media de funcionamiento de 300 o más horas.

En entornos más favorables que Afganistán, los motores del V-22 funcionan 560 o más horas. Los motores de otros helicópteros tienen como objetivo de funcionamiento cifras superiores a las 1.000 horas de vuelo.

El problema es el polvo y la arena, que son absorbidos por el motor y erosionan las palas y los sellos. El resultado es que los motores Rolls-Royce comienzan a perder potencia y tienen que ser enviados a EEUU para su reparación. No es el único problema del V-22, pero es muy grave: el tilt-rotor no puede utilizar los filtros tipo barrera que se utilizan en los otros motores porque su rendimiento disminuye a alta velocidad y, además, se produce otro efecto, mientras el rotor de un helicóptero tiende a enviar el polvo que levanta lejos del helicóptero, los dos motores del V-22, colocados uno al lado del otro, se arrojan el polvo entre ellos.

Para reducir el problema, se han ensayado varias medidas. A partir de marzo de 2011, cada motor reparado incorpora cuatro cambios específicos para aumentar el tiempo medio entre reparaciones. Y también se ha desplegado, para realizar pruebas, una versión modificada del supresor de partículas aéreas en el motor. Este supresor de partículas aéreas no se había diseñado para tolerar los problemas que presentan las nubes de polvo que los motores del V-22 encuentran en Afganistán.

Fuente : http://www.revistatenea.es/