sábado, 16 de febrero de 2013

El nuevo avión de instrucción Yak-130 es una herramienta universal

 

 
Se supone que su futura versión modernizada servirá para elevar la calidad de la instrucción y ampliar las capacidades de la aviación militar de Rusia y muchos otros países. 
Difícil destino del último Yak 
El Yak-130, creado en el período más complicado para la industria aeronáutica rusa de los años noventa principios de los dos mil, fue el primero y el último avión militar de diseño postsoviético fabricado masivamente en serie. Por lo visto, es también el último avión que entró en producción bajo el nombre de Yak, puesto que la oficina Yákovlev dejó de existir como una empresa diseñadora independiente al incorporarse a Irkut. 
La fusión de las dos compañías resultó ser beneficiosa para el Yak-130, porque la fábrica de Irkut, en la ciudad de Irkutsk, produjo un número mucho mayor de estas máquinas en 2012, veinticinco, que es una cifra importante desde todo punto de vista. 
Curiosamente, en algún momento el futuro del Yak-130 se vio seriamente cuestionado por una doble razón: el pésimo estado de la industria aeronáutica nacional y la existencia de un cometidor fuerte: el MiG-AT. La imagen del avión también fue deteriorada por una experiencia no muy bien evaluada de cooperación con la empresa italiana Aermacchi, que aprovechó su provisional participación en el proyecto para obtener acceso a la documentación técnica del mismo y ahora está comercializando el modelo propio M-346 que es como un hermano gemelo del Yak-134 tanto en apariencia, como por sus características técnicas y de vuelo. 
Por otro lado, hay que reconocer que el dinero italiano le ayudó a la oficina Yákovlev a sobrevivir y a terminar el proyecto del Yak-130 en el período más complicado de su existencia, cuando carecía prácticamente de toda financiación estatal. Este aparato comenzó a fabricarse en serie antes que su “hermano” italiano, por lo que tiene todas las probabilidades del mundo para conseguir una cartera de clientes mucho más importante. A lo que contribuye también el continuo esfuerzo de la compañía Irkur por mejorar sus características técnicas y de vuelo. 
Avión de combate e instrucción: una herramienta universal 
Desde el principio, una de las principales ventajas del Yak-130 consiste en su capacidad de simular las características técnicas y de vuelo de diversas aeronaves de combate de acuerdo a la configuración programada de los sistemas de control. Con eso se ahorra gran cantidad de dinero porque no hay necesidad de gastarlo en aviones de entrenamiento más costosos. Pero el potencial del aparato es mucho más amplio. Según datos disponibles, la compañía Irkut está desarrollando una serie de proyectos que permitirán ampliar sustancialmente las área de aplicación del Yak-130. El trabajo se llevará a cabo en dos etapas. Primero, se lanzará un Yak-130 con equipos de radio más potentes y un nuevo sistema de rastreo y puntería. En una segunda etapa, se le dotará de un radar. A estas alturas, los diseñadores aún no se han definido sobre la mejor manera de incorporarlo al avión. Pueden instalarlo directamente en la parte delantera del aparato, o meterlo dentro de un contenedor suspendido bajo el fuselaje. 
La nueva versión del Yak-130 podrá utilizar una amplia gama de armamentos, incluidas algunas modificaciones de los misiles aire-tierra X-31 y X-38, cuya suspensión es técnicamente posible. Esto abre nuevas posibilidades para usar el Yak-130 como un avión de ataque, por un lado, y por otro, reducir el costo de los vuelos de entrenamiento en países con una fuerza aérea no muy grande. Hoy en día, estos países se ven obligados a usar reales aviones de combate para para que los pilotos aprendan a manejar esa clase de armamentos.
Tienen que invertir en el despliegue de una infraestructura de mantenimiento de estos aviones en centros de capacitación, retirándolos del servicio activo. Además, como ya hemos señalado, una hora de vuelo en un avión de combate resulta mucho más costosa que en un aparato de entrenamiento. Al disponer de cierto número de Yak-130 que, aunque sea en parte, estén provistos de equipo necesario de entrenamiento, el cliente podrá adiestrar a sus pilotos en el manejo de armas de alta precisión sin agotar el plazo de vida útil de sus aviones de combate. Esta universalidad convierte al avión ruso en una de las más atractivas ofertas en el mercado actual de aeronaves de entrenamiento y combate. 
En última instancia, esta característica del Yak-130 modernizado también es de interés para la fuerza aérea nacional, y concretamente, el centro de capacitación y actualización de pilotos militares en Lipetsk. De momento, el Ministerio de Defensa planea comprar sesenta y cinco unidades, pero, tal como va la cosa, los nuevos pedidos no se harán esperar. Se estima que la aviación militar de Rusia necesita más de doscientos aviones de ese tipo. 
nv/rl/sn
http://spanish.ruvr.ru

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