RIA Novosti / Saíd Tsarnáev 
El Pentágono ha quedado bajo en sus cálculos de las 
capacidades de defensa de Rusia y China, ha admitido el subsecretario de
 Defensa de EE.UU., Robert Work. El alto cargo ha añadido que EE.UU. no 
quiere combatir con Moscú y Pekín.  
              
Mientras Washington estaba ocupado con sus guerras 
locales, Moscú y Pekín se dedicaron a incrementar sus capacidades 
militares, que resultaron más significativas de lo que preveían los 
estrategas estadounidenses, ha declarado el subsecretario de Defensa de 
EE.UU., Robert Work.
"Durante más de 13 años de guerras de EE.UU. en 
Irak y Afganistán, el potencial militar de Rusia y China ha aumentado a un ritmo más rápido de lo que esperábamos", cita a Work el sitio web oficial del Pentágono.
"Estamos tratando de que Rusia y China sean nuestros socios en el 
marco del orden internacional mundial [...] No queremos una guerra con 
estos países", ha admitido el subsecretario de Defensa estadounidense. 
 Al mismo tiempo, Work ha precisado que los problemas clave a los que 
actualmente se está enfrentando el Pentágono es averiguar cuáles son los
 objetivos de Moscú y Pekín, qué puede detenerlos y cómo evitar una 
posible crisis.






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