La OTAN llevaba años advirtiendo de los riesgos
de reducir demasiado las horas de vuelo y sustituirlas por la práctica
en simuladores.
Los escuadrones de caza españoles han
recuperado la intensidad de entrenamiento que tenían antes del comienzo
de la crisis económica. Tras años de recortes en combustible y horas de
vuelo, las unidades de combate del Ejército del Aire ya pueden volar sin
restricciones.
Desde el comienzo de la crisis económica, y de los
recortes presupuestarios que la acompañaron, prácticamente todas las
unidades de las Fuerzas Armadas sufrieron un importante retroceso en materia de formación, operatividad y entrenamiento.
Advertencias de la OTAN
El Ejército del Aire, por ejemplo, disponía en 2013 de 180 millones de litros
de combustible para sus operaciones –lo que ya suponía un descenso en
relación a 2012-. En 2014, la partida de Defensa rebajó la cifra hasta los 37 millones de litros.
Esto, en la práctica, se tradujo en menos misiones de entrenamiento y menos horas de vuelo real para los pilotos, tanto de combate como de unidades de transporte. Incluso provocó severas advertencias de la OTAN, que trasladó a España –lea la noticia- la imperiosa necesidad de aumentar de forma sustancial las horas de vuelo.
Los cazas, a niveles anteriores a la crisis
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes del Ejército del Aire, con acceso a las estadísticas de vuelo de las distintas Alas, en los últimos meses se ha aumentado considerablemente el volumen de actividad de entrenamiento real en todas las unidades de combate –no así en las de transporte-.
Hace dos años, los pilotos “apenas cubrían 100 horas
de vuelo anuales”, unas 8 o 9 horas por semana. Sin embargo, en estos
momentos –según los datos aproximados a los que ha tenido acceso ECD- se
encuentran en niveles “próximos a las 190-200 horas anuales”. Es decir, “el doble que en plenos recortes, y a niveles similares a los que se hacían de 2008 para atrás”.
La
clave para aumentar las horas de vuelo -y con ellas la operatividad de
las unidades de combate- ha estado, aseguran las fuentes consultadas, en
el fin de las políticas restrictivas de uso del combustible.
España estaba por debajo del ‘estandar OTAN’
De hecho, la OTAN establece un mínimo de horas de vuelo, que consideran marcan un estándar de operatividad para los pilotos: 180 horas de vuelo anuales “reales”, es decir, no sustituibles por horas de simulador.
La advertencia de la Alianza también hacía referencia a los peligros de crear “pilotos virtuales” debido al excesivo entrenamiento a través de simuladores, que podría provocar la pérdida de ciertas rutinas del vuelo real.
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