viernes, 15 de abril de 2011

Capitán de la Guardia Civil, Jefe de la Policía Militar en Herat

Miguel González Molina martes, 12 de abril de 2011
¿Cuáles son los primeros pasos para que un guardia civil venga a Afganistán?
El primer paso es solicitar la comisión de servicio, una vez que se publica. En la Secretaría de Cooperación Internacional de la Dirección General de la Guardia Civil se reciben todas las instancias y se tramitan al Estado Mayor, que es donde se realiza la selección del personal en función de los perfiles de los solicitantes y de las distintas especialidades que hay que cubrir en la zona de operaciones. Hasta el momento, todos los guardias civiles destacados como policías militares en Afganistán lo solicitan y son comisionados voluntariamente.

¿Qué formación específica tienen?
Se busca crear equipos heterogéneos con personal formado en distintas especialidades, todas ellas necesarias para afrontar las misiones

encomendadas en la zona de operaciones. Ahora hay personal con experiencia en tráfico, atestados, policía judicial, fiscal, información, protección de personas...

¿Cuáles son sus cometidos y responsabilidades?
Cometidos diversos y muy variados que se desarrollan tanto en el interior como en el exterior de la FSB (Base de Apoyo Avanzado): escoltar al Jefe de Fuerza Herat y a las autoridades y visitas VIP en zona de operaciones; apoyar y asesorar en la seguridad de la FSB; funciones fiscales e intervención de armas; revisar todo el armamento, material, paquetería y equipaje con destino a territorio nacional; investigar y apoyar a la jurisdicción militar y ordinaria; instruir atestados en caso de accidentes de circulación; vigilar el cumplimiento de las normas de régimen interior, enlace con unidades de otros contingentes y ANSF (Policía nacional afgana) e impartir cursos a la Afghan Border Police (ABP -Policía de fronteras afgana) de forma conjunta con la Guardia di Finanza italiana.

¿Qué relación hay con los guardias civiles que trabajan en otras unidades en Afganistán?
En general, tenemos poco contacto relacionado con el servicio, ya que para el cumplimiento de nuestros cometidos dependemos exclusiva y directamente del Coronel Jefe de la FSB en Herat. Desde aquí procuramos facilitar alguna pequeña gestión logística al resto del personal del cuerpo en Afganistán y mantenemos contacto permanente con la policía militar de Qala i Now para aquellos aspectos que afectan a la totalidad del contingente nacional.

Aún así, mantenemos, por supuesto, contacto entre nosotros por espíritu de cuerpo y para saber como van las cosas al resto de compañeros. Además, cada vez que hay ocasión y nos reunimos en Herat con un contingente de otros lugares (Mazar- i- Sharif o Qala i Now) procuramos organizar una cena para compartir nuestras experiencias y vivencias en la misión.

¿La mayor dificultad de la misión?
Aunque pueda resultar extraño, no estamos encontrando dificultades extraordinarias, y las sobrevenidas por la dureza y disponibilidad permanente que exige el servicio en esta misión se están superando gracias a la implicación, voluntariedad y espíritu de sacrificio que todo el personal ha demostrado hasta el momento.

Merece destacarse quizá, la tensión y preocupación permanente por la seguridad en todos los movimientos y actividades en el exterior, que hacen que todos los componentes del destacamento deban mantenerse siempre alerta y dispuestos para reaccionar en caso de materializarse una amenaza para ellos mismos o para el resto de sus compañeros.

¿Cuáles son las principales aportaciones personales y profesionales de la presencia en Afganistán?
Personalmente es muy enriquecedor el trato con la población y especialmente con los policías a los que se instruye en los cursos; se aprende mucho de la alegría que transmiten la mayoría de ellos, y más cuando se sabe las condiciones más que difíciles en las que viven. Por ejemplo, resulta asombroso como algunos nos comentaban entre risas que se le había derrumbado las paredes de sus casas después de unos días de lluvia intensa: "Ya lo arreglaremos.", comentaban, antes de añadir sonriendo ".hasta que vuelva a llover".

Las dos mujeres componentes de esta unidad de policía militar han mantenido también una relación estrecha e intensa con las policías afganas presentes en los cursos y han aprendido mucho de sus dificilísimas condiciones personales y laborales. Es destacable y también muy importante como experiencia personal y profesional, la convivencia permanente entre nosotros y con el resto de compañeros de armas del contingente nacional

Desde un punto de vista puramente profesional es tremendamente enriquecedor prestar servicio en unas condiciones tan distintas a las habituales. Además, tener unas misiones tan variadas y especiales y en las que cada uno de nosotros sólo tiene formación y experiencia en un aspecto determinado, hace que debamos formar un verdadero equipo, trabajando juntos de forma permanente, aprovechando y explotando las capacidades y especialización de cada uno y aprendiendo todos de todos de forma continua.

¿Hay muchas diferencias en la forma de trabajar entre el Ejército y la Guardia Civil?
Cada ejército y cada cuerpo tiene su identidad propia, sus capacidades y su forma de prestar determinados servicios. Sin embargo, como militares, todos tenemos un espíritu común que hace que nos resulte muy fácil trabajar de forma conjunta.

¿Alguna anécdota o hecho especial?
El lado humano de cualquier actividad es siempre el más importante, no en vano lo que hace que un recuerdo sea imborrable no radica en el lugar, sino en las personas. En este sentido, me resulta muy emocionante recordar como las mujeres policía afganas cuando veían a mi compañera, la sargento Ana, salían corriendo a abrazarla, por el aprecio que le tienen por las muchas horas que han pasado juntas en las aulas mientras ella les daba clase.

http://www.revistatenea.es/

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