El Sistema de Defensa Aérea Media Ampliada, MEADS, es un programa multinacional en que participan EEUU (58% de la financiación), Alemania (25%) e Italia (17%); siendo las empresas participantes Lockheed-Martin y MBDA.
Radar del MEADS
El MEADS es un sistema de defensa aérea móvil, concebido para sustituir a los sistemas Hawk, Patriot y los NIKÉ, con la misión de proteger a las fuerzas de maniobra y a instalaciones críticas de ataques de misiles balísticos, misiles crucero a baja y a alta cota, aviones tripulados y no tripulados, y helicópteros. El MEADS está diseñado para realizar despliegues rápidos y tiene una gran movilidad táctica.
Sin embargo, ni EEUU ni Alemania lo financiarán al acabar la fase de diseñó y desarrollo en 2014 ni lo adquirirán.
Ya en 2010 el Ejército estadounidense había anunciado que quería cancelar el programa por el aumento de costes, el retraso y la dificultad de dirigirlo por la necesidad de la aprobación alemana e italiana para realizar cambios en el mismo. Y, además, el sistema ya no satisfacía las necesidades de EEUU, por lo que recomendaba su cancelación cuando acabase la fase de diseño y desarrollo para permitir también la utilización de la tecnología desarrollada.
En el presupuesto de defensa de EEUU para el año fiscal 2011 se contempla seguir financiando la fase de diseño y desarrollo, para no incurrir en gastos de responsabilidad si suspendiese el programa, hasta su finalización en 2014; y no lo financiará más allá de esta fecha ni lo adquirirá, si bien procurará utilizar las tecnologías desarrolladas para el sistema.
Alemania ha anunciado que no continuaría con el programa si EEUU no seguía en el mismo, por lo que finalizará la fase de diseño y desarrollo por las mismas razones que EEUU y no adquirirá ningún sistema. Los resultados obtenidos hasta la fecha, en especial el radar, los utilizará para sus programas nacionales.
Italia, a finales de febrero de 2011, no había anunciado su posición, pero se supone que irá en la misma línea.
Los problemas del MEADS han sido los crecientes costes de desarrollo, los plazos cada vez mayores para su finalización y, finalmente, que el aumento del coste no compensaba las mejoras operativas sobre el actual sistema Patriot.
La fase de diseño y desarrollo fue aprobada en 2005, con una duración de nueve años; la revisión del diseño preliminar comenzó en agosto de 2007 y se aprobó en febrero de 2008; la revisión crítica de los componentes principales (radares, centro operativo táctico, cargadores) finalizó en agosto de 2009, lo que permitía que se pudiese contratar su producción. La siguiente fase es la revisión crítica del conjunto del sistema y los vuelos de prueba estaban programados para el 2012, entrando en servicio el sistema en 2018. Con las decisiones alemana y estadounidense, la fase de diseño y desarrollo finalizará en 2014, habiéndose fabricado algunos prototipos e integrado algunos subsistemas.
Fuente :http://www.revistatenea.es
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