domingo, 10 de abril de 2011

Perejil sirvió para dar a conocer nuestras capacidades -MOE

La tropa del MOE destaca por su esfuerzo y entrega
10.04.11 JOSÉ CARLOS MARTÍNEZ josecmartinez@cmalicante.com

Francisco Arribas Mir.General jefe del Mando de Operaciones Especiales
«Los 'guerrilleros' somos gente normal, aunque con una excelente formación en tácticas, técnicas y trabajo en equipo, entre otras cosas»


ALICANTE. El general Francisco Arribas (Melilla, 1953), con más de 35 años de carrera militar a sus espaldas, ha completado sus primeros tres meses al frente del Mando de Operaciones Especiales (MOE) en Alicante. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, Arribas sostiene que el MOE aún tiene mucho margen de progreso por delante y que la operación de desalojo del islote de Perejil no supuso un salto cualitativo para la unidad, más allá de servir para obtener una repercusión mediática hasta entonces desconocida para esta tropa. «Los 'guerrilleros' somos personas normales, que basamos nuestro trabajo en el esfuerzo, la dedicación y el perfeccionamiento continuo», dice sobre él y los hombres y mujeres que dirige.


-¿Cuáles son sus principales objetivos en esta etapa que acaba de iniciar al frente del MOE?

-Tal y como ya expuse el día que tomé posesión del mando de la unidad, quiero conseguir los mejores combatientes siendo al mismo tiempo ciudadanos ejemplares, obtener el más alto grado de preparación en los hombres y mujeres del MOE que se despliegan en las distintas zonas de operaciones y mejorar, a pesar de las dificultades presupuestarias, las condiciones de vida del acuartelamiento.


-¿Han tocado techo los 'boinas verdes' dentro del Ejército español o aún hay margen de progreso?

-Las Operaciones Especiales tienen aún mucho margen de progreso, no sólo en el Ejército y las Fuerzas Armadas españolas, sino también en las de todos los países de la OTAN. En las pasadas situaciones de crisis y en los conflictos que hay en la actualidad se está demostrando la versatilidad y eficacia del empleo de este tipo de unidades, y la necesidad de disponer de ellas en las más variadas situaciones. La organización, equipamiento, preparación y disponibilidad de estas unidades hace que sean capaces de adaptarse a situaciones cambiantes y nuevos retos, por lo que son una herramienta muy útil para los mandos políticos y militares a la hora de actuar en situaciones nuevas e inesperadas, o en aquellas en las que se requiere una acción 'quirúrgica' por la importancia de la misión, su repercusión mediática o la posibilidad de causar daños colaterales si se emplean otros medios. Esta es la causa del impulso que está teniendo este tipo de unidades en el seno de la OTAN.


-¿Supuso la intervención para desalojar el islote de Perejil el gran salto cualitativo de Operaciones Especiales?

-Realmente, no supuso un salto cualitativo. Debe ser interpretado en términos de que sirvió para demostrar que todos los pasos que se habían tomado para dotar de la capacidad de operaciones especiales a las Fuerzas Armadas eran correctos. Fue una operación que se pudo planear, preparar y ejecutar satisfactoriamente gracias al esfuerzo previo para tener unidades con esa capacidad, el equipo necesario, y los procedimientos para poder realizarlo. La repercusión mediática de la operación supuso que la sociedad española conociese que sus Fuerzas Armadas disponen de esas capacidades, pero no ha supuesto un hito en la evolución de este tipo de unidades.


-¿Qué representa para el MOE tener de nuevo el reto de afrontar el liderazgo del Mando de Operaciones Especiales de la Fuerza de Respuesta Rápida de la OTAN?

-La OTAN dispone de una Fuerza de Respuesta Rápida con capacidad para actuar de forma casi inmediata ante una situación de crisis. Las unidades que componen dicha fuerza son aportadas por las diferentes naciones de forma rotatoria. Dicha fuerza se compone, entre otras, de unas fuerzas terrestres, navales, aéreas y de operaciones especiales organizadas en componentes. España asumió en el año 2007 el reto de ser la primera nación de la OTAN, aparte de los EEUU y el Reino Unido, en liderar el componente de operaciones especiales de dicha fuerza. Han pasado unos años y tras asumir el mismo reto países como Italia, EEUU y Turquía, España va a liderar de nuevo dicho componente. El reto consiste básicamente en aportar no sólo unas unidades capaces de realizar operaciones especiales, sino además, de organizar y preparar un cuartel general y unos medios de comunicaciones que permitan planear y dirigir el empleo de esas unidades, tanto nacionales como extranjeras, en el seno de una operación de la OTAN.

-En el plano práctico, ¿qué esfuerzos hay que llevar a cabo?

-Esto supone un gran esfuerzo tanto en el diseño como en la preparación, esfuerzos que tendrán su punto culminante en la realización de los ejercicios de certificación del componente de operaciones especiales en el mes de octubre y de certificación de la totalidad de la Fuerza de Respuesta Rápida en noviembre. A partir de ese momento la fuerza quedará preparada durante un año para ser empleada en caso necesario. El MOE ha sido designado como el elemento base para la organización de dicho componente. Para ello cuenta con apoyos de otras unidades del Ejército de Tierra, del Ejército del Aire y de la Armada españolas, y de otros países de la OTAN. Como puede suponer, esto entraña un importante reto.


-La Unidad de Operaciones Especiales destaca por su exigencia física y mental.
¿De qué pasta tienen que estar hechos los miembros de esta tropa?

-El personal que forma parte de nuestras unidades no tiene unas características únicas o sobresalientes con respecto al resto de unidades de las Fuerzas Armadas. Somos personas normales, que basamos nuestro trabajo en el esfuerzo, la dedicación, el perfeccionamiento continuo y, por supuesto, las demás virtudes propias de la vida castrense: obediencia, lealtad, disciplina, sacrificio, iniciativa y capacidad de adaptación, entre otras.

-¿Y qué prevalece en la selección del personal?

- La selección se apoya en dos cursos de formación específica. Uno es para los cuadros de mando, que realizan un curso de duración de nueve meses en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales con sede en Jaca (Huesca). Otro va dirigido para el personal de tropa, basado en el curso de formación específica de tropa, cuya duración es de cinco meses, y que tiene lugar en las instalaciones de este acuartelamiento y en los campos de maniobra de que disponemos. Ambos cursos son duros en el aspecto físico, aunque es superior la exigencia mental que se requiere para superarlos, con lo que se obtiene un 'guerrillero' muy preparado, con una excelente formación en lo relativo a tácticas, técnicas, uso de materiales, coordinación de esfuerzos, trabajo en equipo, etc.


-Usted tiene experiencia prestando servicio en misiones de paz en el exterior, al igual que Operaciones Especiales. ¿Es hoy en día el principal cometido de los ejércitos?

-Los ejércitos son un elemento más de los que dispone el Gobierno de la Nación para contribuir a garantizar la seguridad de los ciudadanos, así como para hacer sentir su política exterior. Esto supone en ocasiones intervenir en misiones en territorios alejados para garantizar la paz en zonas de interés para España o como contribución a operaciones lideradas por las organizaciones internacionales a las que pertenecemos. En otras ocasiones supone la participación por razones humanitarias en apoyo de otros países como consecuencia de desastres naturales o accidentes. Este tipo de misiones requieren de una preparación específica y unos medios que permitan su proyección a lugares distantes, y en la actualidad tienen un peso importante en la preparación de las Fuerzas Armadas. No obstante, no suponen la situación más demandante a la que se pueden tener que enfrentar las unidades. Los ejércitos deben estar preparados para afrontar situaciones de combate que, si bien no son previsibles, en caso de tener que enfrentarse a ellas no se puede improvisar.


-Como ser humano, ¿cómo afronta un militar situaciones en las que toca ser testigo de importantes tragedias?

-Pues con profundo pesar por aquellos que sufren, pero con la ventaja de que, desde nuestra condición de soldados, nos sentimos útiles por poder actuar directamente, mediante el cumplimiento de nuestras misiones, ayudando a superar dichas situaciones.

-¿Ha temido por su vida en alguna ocasión en el desarrollo de su función militar?

-En la vida de un soldado con más de 35 años de servicio, la mayoría de ellos en unidades de primera línea, es lógico haber pasado por momentos en que el peligro se percibe cercano. El secreto para sobreponerte a él, evitando que el miedo nos invada, reside en la formación recibida y en la convicción en lo que hacemos, todo ello sustentado por una profunda vocación de servicio a los demás.

-¿Qué planes hay para celebrar el 50º aniversario de los 'guerrilleros'?

-Se ha elaborado un plan bastante completo de dos años de duración, para hacerlo compatible con nuestras actividades operativas, que son siempre nuestra prioridad. A lo largo del año pasado, con la inestimable ayuda de la CAM, de la Diputación Provincial y del Ayuntamiento, hemos realizado el Camino de Santiago, el Camino del Sureste por etapas, hemos erigido un monumento a nuestras familias en el acuartelamiento, también se organizó un encuentro de veteranos 'boinas verdes' en el que se reunieron unos 600 antiguos 'guerrilleros' que sirvieron en las viejas compañías de Operaciones Especiales, acto que fue del todo entrañable. Para este año 2011 editaremos un libro con el patrocinio de nuestra Diputación Provincial, una edición que glosará estos 50 años desde la creación de las primeras unidades de Operaciones Especiales, y en el que se dedicará un capítulo muy especial a la provincia de Alicante, la única que ha albergado unidades de este tipo en todas sus etapas. El broche de oro tendrá lugar con la parada militar que se celebrará en diciembre en nuestro acuartelamiento.


-¿Se aprecia un aumento de solicitudes de ingreso en el Ejército con la actual crisis económica?

-El aumento del reclutamiento no es algo puntual que se haya producido con la actual coyuntura de crisis económica. Se trata de un aumento paulatino que viene experimentándose desde 2005 fundamentalmente por la mejora de las condiciones de la vida militar gracias a leyes como la de tropa y marinería, la Ley de la carrera militar, la mejora de las retribuciones, las medidas encaminadas a facilitar la conciliación de la vida profesional y familiar, las políticas de igualdad, o el proceso de modernización de las Fuerzas Armadas.

-Esencialmente, ¿en qué ha cambiado el Ejército español en los últimos treinta años, desde que usted fue destinado a los Regulares de Melilla?

-Desde entonces, el Ejército ha sufrido numerosos cambios, muchos de ellos asociados a la modernización y a la profesionalización de las Fuerzas Armadas. Otros se derivan de la realización de misiones en el extranjero, en países distantes, o por ejemplo como consecuencia de la incorporación da la mujer a las Fuerzas Armadas. Enumerarlos sería casi imposible. Como resumen, podríamos decir que el Ejército de hoy en día es menor en tamaño, mucho más profesional y mejor equipado, que ha integrado perfectamente a las mujeres en sus filas, y con una amplia experiencia en misiones internacionales.

-¿Qué le parece Alicante como destino?

-Alicante es una cálida y acogedora ciudad que nos ha recibido con los brazos abiertos a mí y a mi familia y que con su luz, su mar, sus gentes, y sus tradiciones nos ha cautivado a todos. En el acuartelamiento, quiero mantener las excelentes y cercanas relaciones existentes entre el Mando de Operaciones Especiales y la sociedad alicantina compartiendo con ellos cuantas actividades pueda.


-¿Supone alguna preocupación el importante desarrollo urbanístico previsto en el Plan General de Alicante en el entorno del acuartelamiento de Rabasa?

-Cuando se nos ha requerido, hemos colaborado con el Ayuntamiento en la búsqueda de soluciones a las necesidades de seguridad del cuartel, a la viabilidad de los accesos y a la permanencia de determinadas actividades de instrucción y adiestramiento que desarrollamos dentro del mismo; comprendemos las necesidades urbanísticas que demanda una ciudad en expansión, como es Alicante, una ciudad moderna, con los servicios necesarios, con unas instalaciones portuarias y aeroportuarias adecuadas y enlazadas por carretera y ferrocarril con el resto de España; nos facilitan, en caso necesario de despliegue, su ejecución en tiempos adecuados. Por todo ello, hemos elevado nuestra opinión a través de la cadena de mando militar al Ministerio de Defensa, para que se tengan en cuenta en las negociaciones correspondientes; en resumidas cuentas, no podemos vivir de espaldas a una ciudad en expansión y por eso hemos querido ser parte de la solución a todo eso, no sólo parte del problema.

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