viernes, 27 de diciembre de 2013

Lo mejor y lo peor de la industria española de Defensa en 2013

 

 





2013 ha sido un año lleno de luces y sombras para la industria española de Defensa. Así entre los grandes hitos han destacado la entrega de las tres primeras unidades del avión de transporte A400M -dos a Francia y una a Turquía-, ensamblado por Airbus Military en Sevilla, que ha supuesto el comienzo de la fase de producción y de la de venta a países que no forman parte del programa. Se trata del punto de partida para el que es el avión europeo más moderno del mundo de su categoría. 

Por el contra, el programa Eurofighter, en el que participa España a través de Cassidian, está atravesando un duro momento tras no conseguir captar nuevos clientes en Asia y Oriente Medio y ver como concursos internacionales importantes, como el convocado por Corea, eran adjudicados a rivales como el F35. Un duro revés para el caza de combate europeo que, si no consigue nuevos contratos, finalizará su producción en 2014.


 
Tampoco ha sido un buen año para la multinacional española Navantia. Presente en más de 50 concursos internacionales tras la entrega del segundo barco multipropósito a Australia, a finales de año, sus astilleros se quedan sin apenas carga de trabajo a la espera de nuevos grandes contratos. 

Entre ellos destaca la adjudicación de la fabricación del nuevo barco multipropósito (LHD) turco, esperado durante todo el año y que no acaba de llegar. A pesar de que el barco se ensamblará en suelo turco Navantia realizaría las labores de ingeniería y suministraría muchos de sus sistemas.

De cualquier forma, el gran revés para Navantia en 2013 ha sido el nuevo retraso en los submarinos S80 que desarrolla junto con la Armada. A mitad de año se conoció que la primera unidad, terminada en torno al 70%, tendría que ser rediseñada por diferentes problemas detectados entre ellos un sobrepeso que comprometía su flotabilidad y, también, la imposibilidad de instalarle la unidad propulsora AIP con una pila de hidrógeno por no haber podido miniaturizarla lo suficiente. 

A partir de enero, con la ayuda de la consultora estadounidense General Dynamics, comenzarán los trabajos en el S82 para intentar terminarlo antes de 2017, cuando se convocarán grandes concursos internacionales para este tipo de submarinos en países como Australia.

 
Frente a estas malas noticias, Navantia sí ha conseguido unos buenos resultados en su negocio de mantenimiento tanto para buques civiles de pasajeros como militares. El contrato más importante ha sido, sin duda, el firmado con la US Navy, por 190 millones de dólares, para mantener sus cuatro destructores de la clase Arleigh Burke que estarán basados en Rota integrados en el escudo antimisiles.

La gran operación comercial del año ha sido la compra a Bankia del 20,1% de la multinacional Indra por parte de la Sociedad de Participaciones Industriales (SEPI), convirtiéndose en su accionista mayoritario. Con esta operación la SEPI apostó por la estabilidad de una compañía estratégica para España.

Como curiosidad, uno de los dos nuevos consejeros de la SEPI en Indra, Adolfo Menéndez, ex subsecretario de Defensa en la época de Eduardo Serra, ha sido nombrado en diciembre nuevo presidente de la mayor asociación de la industria española de Defensa, Espacio y Seguridad, TEDAE. Sustituirá desde enero al ex ministro de Defensa y Sanidad, Julián García Vargas.

Por parte del Ministerio de Defensa dos han sido las grandes noticias que han afectado a la industria española. Por un lado la actualización de las funciones de la Oficina de Apoyo Exterior (OFICAEX), con el objetivo de "profundizar el impulso al sector industrial nacional de la defensa, apoyando su esfuerzo exportador y facilitando su crecimiento en los mercados internacionales", según la instrucción del secretario de Defensa, Pedro Argüelles.  

Así, además de apoyar a la exportación, la oficina es la encargada de coordinar las actuaciones de Defensa con otros sectores de la Administración y de buscar la exportación de material excedente de los Ejércitos.


 

En segundo lugar, la Secretaría de Defensa, ha acometido en 2013 la reorganización de los pagos de los grandes programas de armamento del Ministerio. Con este plan Defensa ahorrará hasta 7.000 millones de euros hasta el año 2030. 
 
El plan elaborado prevé un gasto de 29.494 millones de euros hasta 2030, que parte, según Defensa, de la necesidad de solventar una "situación financiera insostenible" que podría haberse disparado hasta casi los 37.000 millones de euros. Eso sí, también conlleva importantes recortes ya que, por ejemplo, el Ejército del Aire sólo dispondrá de 14 de los 27 A400M inicialmente comprometidos o se pasa de 45 a 22 helicópteros NH90
 
De cualquier forma, el Ministerio aún negocia la ejecución de estas reducciones con las empresas que han mostrado, a pesar los recortes, su satisfacción porque Defensa ponga en marcha un plan que hace frente a los pagos pendientes.




 
En cuanto al sector de los aviones no tripulados el 2013 será recordado por la creación de la primera asociación industrial española, AERPAS, por el primer vuelo en el espacio comercial español de un UAV y, también, por los primeros test reales del Atlante el modelo nacional más avanzado integrado por Cassidian España junto a otras muchas compañías. Precisamente, hace pocos días, el consejero delegado de la nueva Military Aircraft de Airbus, Domingo Ureña, destacaba que algunas de sus tecnologías "son realmente punteras y podrían servir de base para la nueva generación de UAV europeos". 

En el 2013 también quedan algunas malas noticias para el sector industrial español como la imposibilidad de cerrar la venta del portaaviones Príncipe de Asturias de la Armada, que fue dado de baja el 13 de diciembre, la de los F1 Mirage del Ejército del Aire a Argentina o la de los carros de combate Leopardo 2E a Perú. 

Operaciones que aún están en marcha. Tampoco hay que olvidar el principal ERE acometido por una empresa del sector de Defensa en España, Santa Bárbara -de General Dynamics- que supuso el despido de 593 operarios, lo que supone el 40% de su personal, con el fin de garantizar la viabilidad de la empresa.

Frente a estas malas noticias también ha sido un buen año para compañías como Expal que han incrementado su negocio con importantes acuerdos en Australia o Italia y nuevas áreas de negocio como la desmilitarización de zonas minadas, la multinacional española aeroespacial GMV o Tecnobit, entre otras muchas. 

Precisamente, 2013 fue el año en el que se ha consolidado la gran feria española de la industria de Seguridad y Defensa, Homsec, con más de 8.000 asistentes y un centenar de compañías presentes y que ya prepara la edición de 2015.
España también ha dado pasos importante en el sector de la ciberseguridad. 

 Además de aprobarse en diciembre la primera Estrategia Nacional de Ciberseguridad a principios de año se creó el Mando de Ciberdefensa, dirigido por el general Carlos Medina, y muchas compañías españolas han mostrado un crecimiento fuerte en este sector, uno de los que más protagonismo tendrán en los próximos años. 

De hecho, Telefónica ha presentado en diciembre su nueva compañía de ciberseguridad, Eleven Path en un evento que contó, entre otros expertos, con el conocido hacker mediático Chema Alonso, consejero delegado de la empresa y una referencia mundial en este campo.

 

Ateneadigital también se ha hecho eco en 2013 de los esfuerzos de las empresas de emprendedores españoles que apuestan por el sector de la Defensa. Además de informar de los éxitos de la asociación universitaria FUVE, que participó en un concurso universitario de la Armada de EEUU con el primer autogiro no tripulado del mundo, el Juan de la Cierva, uno de sus integrantes, Carlos Matilla ha presentado una nueva empresa, FUVEX, que tiene como previsto comercializar en el próximo lustro el primer coche volador del mundo, el Helicar, también con versiones militares, del que informó en exclusiva Atenea.

¿Y cómo encara la industria española de Defensa el 2014?

Pues, según ha constatado Ateneadigital a través de varios ejecutivos del sector, con mucha preocupación debido al nuevo recorte presupuestario del Ministerio de Defensa. Y es que para el próximo año la cartera de Pedro Morenés dispondrá de 5.742,94 millones de euros, 191 millones de euros menos que en 2013.

"Una cantidad similar a la dotación del año 2000", explicó Morenés, que subrayó que, desde 2008, su Departamento "ha perdido un tercio" de su presupuesto. 

Eso sí, en esta cantidad no está incluída la partida para las misiones en el exterior y el crédito extraordinario, estimado en unos 800 millones de euros, que será necesario para afrontar este año los pagos a las empresas de la industria del sector.

J.M. Vera 
http://www.revistatenea.es

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