El fortalecimiento de la flota será una de las principales tareas
dentro del refuerzo de la capacidad defensiva del país. Así lo declaró
Vladímir Putin a finales de julio. ¿Hasta qué punto las sanciones
anunciadas por Occidente podrían interrumpir este proceso?
El pasado 28 de julio, durante las
celebraciones del día de la Flota en Severomorsk, se
iniciaron los trabajos de tres submarinos portamisiles estratégicos: el
'Príncipe Oleg', del proyecto 955 Borei; el 'Jabárovsk' y Krasnoyarsk, del proyecto 885 Yasen con capacidades bélicas mejoradas.
Para
finales de 2014 la Flota rusa recibirá más de 50 nuevos buques de guerra y
barcos de abastecimiento.
El mandatario ruso indicó que Moscú continuará
el curso de rearme de la Flota de guerra con nuevos buques y mejorando la
situación de sus efectivos.
Además, conviene recordar que este año también se
reforzará con el submarino atómico 'Severordinsk'. A esto hay que añadirle los
dos submarinos atómicos que entraron en servicio en 2013: 'Yuri Dolgoruki' y 'Alexander Nevski'.
Submarino nuclear "Yuri Dolgoruki" |
Este tipo de medidas se han consolidado debido
a la creciente presión por parte de Occidente. Los ejemplos presentados
anteriormente muestran cuáles son las prioridades del Gobierno ruso,
especialmente en relación a los submarinos atómicos. Estos sumergibles son las
principales fuerzas de contención nuclear.
La Flota del Mar Negro y la OTAN
El Kremlin tiene también planeado modernizar
los buques de primera y segunda clase que ya posee, incluidos los cruceros, y
llevará a cabo un programa de construcción de modernos destructores de misiles
teledirigidos, el proyecto 'Líder'. Este debería ser capaz de interceptar
misiles balísticos enemigos y derribarlos con misiles supersónicos.
Moscú planea también dedicar mucha atención al
rearme de flotillas y flotas concretas, especialmente la del Mar Negro, a la vista del refuerzo de la presencia militar de la OTAN en esta zona. Hasta
2020 deberían incorporar a sus filas 30 buques de guerra, entre otros seis
submarinos diésel y seis fragatas.
Es llamativo que un día después de que
apareciera la información sobre el gradual refuerzo de la Flota rusa, los EE UU
adoptaran sanciones contra la Corporación Unificada de Navieros, que es una de las principales
estructuras responsables de garantizar a Rusia buques de guerra modernos.
Lo más importante es establecer una base de
producción
Surge entonces una pregunta razonable, ¿hasta
qué punto la introducción de las sanciones es capaz de influir en el cumplimiento
de los programas establecidos y qué medidas serían necesarias para minimizar
estos efectos?
En opinión del vicedirector del Instituto de
análisis político y militar Alexander Jramchijin, "las sanciones de EE UU
no serán capaces de influir en el cumplimiento del pedido gubernamental para la
flota de guerra ya que prácticamente no ha habido una verdadera colaboración en
este ámbito.
Sin embargo, si contemplamos en general las sanciones que ya han
sido tomadas y la ruptura de las relaciones comerciales con la fábrica de
Nikolayevski en Ucrania, que proporciona los motores para nuestros buques, en el futuro el problema
podría ser muy grave y habría que solucionarlo rápidamente creando un productor
propio y estableciendo relaciones de colaboración con terceros países",
comentó Jramchijin a RBTH.
El primer vicepresidente de la Academia de
Problemas Geopolíticos, el capitán de primera en la reserva Konstantín Sivkov,
considera que "para reducir el efecto de las sanciones, es importante que
en los modelos de vanguardia de tecnología militar rusa no cuenten con
componentes extranjeros. Aunque por el momento hay una dependencia en la compra
de microelectrónica extranjera”.
Por ahora la situación no es crítica, ya que
hay reservas de este tipo de productos para varios años. Al mismo tiempo, Rusia
tendrá la oportunidad de, si bien no librarse de esta debilidad, si de
minimizar sus consecuencias con acciones paralelas. Una de las opciones sería
para cambiar de importador y diversificar las compras a cuenta de China.
Sin embargo, la principal dirección de los
esfuerzos debería ser la reconstrucción de la base de producción tecnológica
perdida en la época postsoviética.
http://es.rbth.com
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