La
gira asiática del vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, por la ruta
Tokio-Seúl-Pekín ha sido impulsada por la seriedad de la situación en la
región.
El conflicto entre China, Japón y Corea del Sur podría
incrementarse.
A finales de noviembre China incluyó unilateralmente el
archipiélago de Diaoyu (Senkaku en japonés) en su "zona de
identificación de defensa antiaérea", violando así el statu quo regional
establecido.
La situación, que amenaza con seguir aumentando, se
produce en el contexto de una nueva carrera armamentista.
Corea del Sur pidió poco, pero no logró nada
El acto unilateral de Pekín ha provocado un fuerte rechazo de EE.UU., Japón y Corea del Sur .
Seúl no tiene intereses en el archipiélago de Diaoyu, pero la zona de
defensa aérea china en un área relativamente pequeña se superpuso sobre
la zona de defensa aérea de Corea del Sur. En la nueva zona china queda
el islote Roca Socotra, que se encuentra en la esfera de los intereses
surcoreanos (los surcoreanos incluso construyeron en su cima una
estación de investigación científica).
Por su parte, Seúl ya ha
dado a entender que planea una respuesta 'simétrica' y también
aumentará su zona de identificación de defensa antiaérea, después de que
el mencionado islote resultara en la zona de identificación de defensa
antiaérea de tres países: China, Japón y Corea del Sur. Inicialmente, la
parte coreana esperaba resolver el asunto pacíficamente, y había
posibilidades si China demostraba una voluntad de compromiso.
Sin
embargo, al final no se dio ese compromiso: las negociaciones sobre una
posible reducción de la zona de defensa aérea en el lugar donde se
enfrentan los intereses de las dos potencias han fracasado por completo.
Los coreanos pidieron poco, pero no lograron nada.
Una crisis "incompatible" con los planes de EE.UU.
EE.UU. recibió la noticia de los planes de Corea del Sur sin entusiasmo
porque no necesita una disputa adicional entre Seúl y Tokio. Sobre todo
porque los japoneses pueden responder con represalias y con Corea del
Norte ellos también tienen ciertas disputas territoriales sobre las
islas. Ante este panorama Biden ofreció "discutir esta cuestión en
detalle".
EE.UU. trata de unir a Seúl y Tokio para contener a China, que cada vez se hace más fuerte
"Esta
situación no es compatible con los planes de EE.UU. incluso porque
Washington trata de unir a enemigos históricos -Seúl y Tokio- para
contener a China, que cada vez se está haciendo más fuerte", considera
el periodista del periódico político ruso 'Vzgliad' , Stanislav Borziakov.
"Estamos decididos a reforzar nuestras alianzas de Asia oriental", declaró en este sentido Biden.
A su vez, la retórica china últimamente muestra ciertas
contradicciones.
Una reciente declaración del portavoz del Ministerio de
Defensa de China, Geng Yansheng, expresa una cierta 'dualidad': por un
lado, según sus palabras, la nueva zona de identificación de defensa
antiaérea "no supone una amenaza para ningún país de la región", sin
embargo, por otro lado, declara que "el Ejército de China está
plenamente en condiciones de ejercer un control efectivo sobre el área".
China, un "país que establece las reglas"
"Es
obvio que China no dará marcha atrás. Tradicionalmente en China se
analiza cada decisión, se prepara durante mucho tiempo, se elige un
momento conveniente, pero luego ya no se da marcha atrás. La extensión
de la zona no solo fue para 'investigar el suelo', sino también un
intento de declarar sus derechos, incluyendo al territorio en disputa.
Y
lo más importante: es solo el principio de la historia. Es muy posible
que dentro de poco haya zonas similares sobre el mar Amarillo y el mar
de China Meridional, donde Pekín se enfrentará a los intereses y
reclamos territoriales de otros países de la región", comenta Stanislav
Borziakov.
Tradicionalmente en China se analiza cada decisión, se prepara mucho, pero luego ya no se da marcha atrás
Según
dijo recientemente el presidente chino, Xi Jinping, "ya es hora de que
China se convierta en un país que establece las reglas, en vez de seguir
las reglas de otros". China ya no teme discutir con EE.UU.
desde hace mucho. Biden ha llegado a la región para arreglar el
conflicto creciente, pero su crítica de las acciones de China ha
recibido una dura respuesta a través de la prensa gubernamental.
"Si
EE.UU. está realmente comprometido con la reducción de las tensiones en
la región, lo primero que tiene que hacer es dejar de tratar con
connivencia la peligrosa postura de Tokio que casi está al borde de la
guerra", reza el 'Diario del Pueblo' ('Rénmín Rìbào'). Y agrega que
"Biden no debería volver a pronunciar las observaciones erróneas y
unilaterales de EE.UU."
De todas formas, según precisa Stanislav
Borziakov, la política de China es mucho más compleja de lo que era
antes. China ya no está encabezada por los líderes de la época
soviética.
"Entre Xi Jinping y Joe Biden se han establecido unas
relaciones bastante amistosas. Tratando de unir a los países alrededor
de China, EE.UU., al mismo tiempo, está estableciendo una cooperación
con el propio Pekín. Y aunque los chinos 'elevan sus apuestas' de vez en
cuando, a veces con gusto van al compromiso con Washington", dice.
0 comentarios:
Publicar un comentario