Vladímir Vikulin, diseñador jefe de la empresa ONPP Tejnologuia implicada en el desarrollo del T-50, precisó que el rociado cubrirá la carlinga con varias capas de unos 20 nanometros. Este revestimiento, de unos 90 nanometros en total, reducirá 250 veces la visibilidad de equipos de a bordo para radares.
Además, protegerá la cabina contra rayos infrarrojos y ultravioletas cuyo impacto incrementa la fragilidad de materiales polímeros usados en el interior.
El recubrimiento de la cubierta corrediza de la cabina se llevará a cabo en vacío con la ayuda de un magnetrón especial. El autor de este método, Oleg Prosovski, ya recibió del Gobierno ruso un premio por esa innovación.
Dos o tres gramos de oro serán suficientes para el tratamiento, en el que se usarán también el indio y el estaño. En el caza estadounidense F-22 Raptor también se usa un revestimiento de oro en la cubierta.
Rusia procedió al desarrollo de un caza de quinta generación en la década de 1990 y actualmente promueve este proyecto en cooperación con India. Tres prototipos existentes del T-50 realizaron hasta la fecha más de 120 vuelos de prueba; el primero fue el 29 de enero de 2010. Un cuarto prototipo se sumará al programa de ensayos en el presente año.
El caza de quinta generación, en su versión monoplaza, engrosará el arsenal de la Fuerza Aérea de Rusia en 2015-2016. Cinco años más tarde, será incluido también en la dotación de la Fuerza Aérea de India.
0 comentarios:
Publicar un comentario