Collage: La Voz de Rusia ,Autor: Ilyá Kramnik
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Rusia conmemora el Día del submarinista en momentos cuando la flota submarina de la Armada atraviesa por un período difícil.
Los próximos años determinarán el
cumplimiento del programa estatal de armamento, y serán de crucial
importancia para el futuro de esta modalidad de la Marina de Guerra.
El submarino portamisiles K-535 Yuri Dolgorukiy, buque insignia del proyecto 955 Borei entrará en servicio en primavera o verano de este año. El segundo submarino del mismo proyecto bautizado Alexander Nevski se incorporará a la flota en otoño. También en otoño se espera la botadura del tercer portamisiles Vladímir Monomaj. En lo que queda de año se iniciará oficialmente la construcción del cuarto submarino portamisiles.
La construcción naval se acelera: diecisiete años han transcurrido desde el comienzo de la construcción del submarino Yuri Dolgoruki hasta su entrada en servicio, mientras que para los portamisiles Alexander Nevski y Vladímir Monomaj este plazo no pasará de ocho años.
El componente naval del escudo nuclear de Rusia está garantizado con fiabilidad. Lo que escasea hoy día son submarinos multifuncionales en capacidad de operar en distintas condiciones; este tipo de sumergibles son necesarios para apoyar a los propios portamisiles y aniquilar a los del adversario.
«Es mucho para todos, pero no para Rusia”. Esta frase caracteriza el programa de construcción de submarinos multifuncionales nucleares y diesel para la Armada rusa. Este decenio la flota se beneficiará de ocho o diez submarinos diesel y diez submarinos multipropósito nucleares del proyecto 886 Yasen.
En la actualidad la Marina de Guerra rusa cuenta con veintisiete submarinos nucleares multifuncionales de los cuales después del año 2020 podrán prestar servicio a lo sumo diez-doce sumergibles de los proyectos 949A Antei (Oscar II class SSGN) y 971 Shuka –B (Akula class SSN).
En resumen, la flota perderá 26-30 submarinos multifuncionales de los cincuenta disponibles y recibirá a cambio no más de veinte sumergibles. El déficit de seis-diez submarinos no resultará muy crítico en otras circunstancias, pero en la actualidad, el número de estos sumergibles es a todas luces insuficiente, tomando en cuenta, sobre todo, que parte considerable de ellos se encuentra en astilleros o a la espera de reparaciones.
El Extremo Oriente figura entre las áreas donde la flota rusa necesita prioritariamente nuevos submarinos multifuncionales. Aquí hay que tener en cuenta el potencia de las fuerzas navales de autodefensa de Japón que cuentan con dieciocho submarinos diesel modernos y renuevan periódicamente los componentes de Marina de Guerra. La Armada nipona dispone de una flota de superficie y aviación antisubmarina impresionante. La flota rusa del Pacífico es inferior a la japonesa por el número de buques de guerra y en estas condiciones, las fuerzas submarinas son uno de los principales recursos que permiten mantener el equilibrio. Formalmente la flota del Pacífico dispone de dieciocho submarinos nucleares y diesel multifuncionales, pero un número considerable de los mismos carece de capacidad combativa. La flota del Pacífico no tiene en sus filas sumergibles que tengan menos de quince años. Un dato comparativo: de los dieciocho submarinos japoneses quince entraron en servicio en los últimos quince años.
Para compensar el déficit subsistente de submarinos multifuncionales se necesita un ambicioso programa de reparación y modernización y de construcción más intensa de submarinos modernos tanto nucleares como diesel.
El submarino portamisiles K-535 Yuri Dolgorukiy, buque insignia del proyecto 955 Borei entrará en servicio en primavera o verano de este año. El segundo submarino del mismo proyecto bautizado Alexander Nevski se incorporará a la flota en otoño. También en otoño se espera la botadura del tercer portamisiles Vladímir Monomaj. En lo que queda de año se iniciará oficialmente la construcción del cuarto submarino portamisiles.
La construcción naval se acelera: diecisiete años han transcurrido desde el comienzo de la construcción del submarino Yuri Dolgoruki hasta su entrada en servicio, mientras que para los portamisiles Alexander Nevski y Vladímir Monomaj este plazo no pasará de ocho años.
El componente naval del escudo nuclear de Rusia está garantizado con fiabilidad. Lo que escasea hoy día son submarinos multifuncionales en capacidad de operar en distintas condiciones; este tipo de sumergibles son necesarios para apoyar a los propios portamisiles y aniquilar a los del adversario.
«Es mucho para todos, pero no para Rusia”. Esta frase caracteriza el programa de construcción de submarinos multifuncionales nucleares y diesel para la Armada rusa. Este decenio la flota se beneficiará de ocho o diez submarinos diesel y diez submarinos multipropósito nucleares del proyecto 886 Yasen.
En la actualidad la Marina de Guerra rusa cuenta con veintisiete submarinos nucleares multifuncionales de los cuales después del año 2020 podrán prestar servicio a lo sumo diez-doce sumergibles de los proyectos 949A Antei (Oscar II class SSGN) y 971 Shuka –B (Akula class SSN).
En resumen, la flota perderá 26-30 submarinos multifuncionales de los cincuenta disponibles y recibirá a cambio no más de veinte sumergibles. El déficit de seis-diez submarinos no resultará muy crítico en otras circunstancias, pero en la actualidad, el número de estos sumergibles es a todas luces insuficiente, tomando en cuenta, sobre todo, que parte considerable de ellos se encuentra en astilleros o a la espera de reparaciones.
El Extremo Oriente figura entre las áreas donde la flota rusa necesita prioritariamente nuevos submarinos multifuncionales. Aquí hay que tener en cuenta el potencia de las fuerzas navales de autodefensa de Japón que cuentan con dieciocho submarinos diesel modernos y renuevan periódicamente los componentes de Marina de Guerra. La Armada nipona dispone de una flota de superficie y aviación antisubmarina impresionante. La flota rusa del Pacífico es inferior a la japonesa por el número de buques de guerra y en estas condiciones, las fuerzas submarinas son uno de los principales recursos que permiten mantener el equilibrio. Formalmente la flota del Pacífico dispone de dieciocho submarinos nucleares y diesel multifuncionales, pero un número considerable de los mismos carece de capacidad combativa. La flota del Pacífico no tiene en sus filas sumergibles que tengan menos de quince años. Un dato comparativo: de los dieciocho submarinos japoneses quince entraron en servicio en los últimos quince años.
Para compensar el déficit subsistente de submarinos multifuncionales se necesita un ambicioso programa de reparación y modernización y de construcción más intensa de submarinos modernos tanto nucleares como diesel.
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