En
su despliegue en Afganistán, desde junio de 2011, los Stryker han
sufrido 40 incidentes con explosivos improvisados (IED) y en todos
ellos, salvo en dos, los soldados transportados en los mismos sólo
tuvieron heridas leves.
"El vehículo ha tenido un rendimiento muy superior a nuestras expectativas para hacer frente a los IED", indicó el teniente general Bill Phillips, asesor militar del subsecretario del Ejército para Adquisición, Logística y Tecnología. Y añadió que "continuaremos desplegándolos".
El Ejército estadounidense tiene desplegados en Afganistán unos 300 Stryker con casco en doble V y espera recibir antes de fin de año los contratados a lo largo de 2011, hasta 760 vehículos, con los que podrá equipar dos brigadas desplegadas en la zona de operaciones.
Además de los Stryker mejorados, en Afganistán también se han desplegado Stryker no modificados, con el casco plano, en versiones de reconocimiento nuclear, biológico y químico y con cañón, que se utilizan en misiones específicas, a pesar de la menor protección que presentan.
Hasta la fecha el Ejército ha adquirido más de 4.000 Stryker que equipan a 8 brigadas y equipará a una novena. Por sus características técnicas, con una gran protección y maniobrabilidad, puede emplearse en todo tipo de misiones, con una gran flexibilidad, mayor que la de la infantería ligera o de la infantería pesada.
Además de su éxito ante los IED, el Stryker se ha convertido en un modelo para la adquisición de sistemas en el Ejército estadounidense, frente al modelo tradicional de la guerra fría, en que cada sistema de armas debería suponer un salto cualitativo para enfrentarse a la siempre creciente amenaza soviética, con el desarrollo de un sistema principal de armas en cada generación y que ha conducido a exigir desde un principio unas grandes prestaciones a los sistemas, lo que, finalmente, ha obligado a cancelar muchos programas.
El programa Stryker fue adquirido inicialmente como una solución provisional mientras se desarrollaba el programa Future Combat System (FCS), cancelado en 2009; su diseño se basó en el Piranha de General Dynamics European Land System MOWAG, y al estar basado en un vehículo ya existente, las exigencias de sistemas y tecnologías a instalar en el mismo se han limitado, aunque se ha mejorado incluyendo sistemas como las barras contra granadas contra carro y el casco en doble V para protección contra IED. Por ello, y por ser una solución provisional no ha tenido la misma clase de control de gestión, supervisión y exigencia de requisitos que han perjudicado a otros programas, que comenzaban desde cero como el FCS, el Joint Light Tactical Vehicle (JLTV) o el Ground Combat Vehicle (GCV), que están sufriendo sobrecostes y retrasos.
Este desarrollo incremental de un sistema existente es una solución aceptable, que está siendo aceptada en los nuevos programas JTLV y GCV, cuyos requisitos se han recortado y se han abierto a utilizar diseños de vehículos existentes como base para las nuevas plataformas, lo que facilitará la finalización de los mismos.
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