Una reciente iniciativa del Ministerio de Defensa y del Corpus de
rectores de Rusia para abastecer a las filas del ejército con
estudiantes y graduados de las instituciones educativas superiores está
llamada a modernizar el reclutamiento en el ejército ruso. Pero el paso
de la teoría a la práctica no parece muy fácil.
A comienzos de año un grupo de rectores de las
universidades de Moscú ofreció al Ministerio de Defensa enviar a los
estudiantes de las cátedras militares a servir en el ejército durante las
vacaciones de verano.
El objetivo era introducir un servicio de
nueve meses en el ejército, tres meses por curso, para los estudiantes que
realicen estudios en las cátedras militares.
A finales de febrero el rector de la
Universidad Estatal Tecnológica de Moscú Bauman, Anatoli Alexandrov, intentó aclarar
esta iniciativa que ya se había bautizado como 'servicio a plazos'.
"No se trata de ofrecer a los estudiantes
barrer plazas y cavar trincheras, de lo que estamos hablando aquí es de un
servicio serio en la élite del ejército", declaró el rector en un programa
de radio.
"Deberían ser los mejores centros de
formación militares, unidades de élite con las que sabemos que podemos tener
relaciones a largo plazo... No se trata de sustituir la preparación en la
cátedra militar. Se trata de una nueva forma de educación con la que los chicos
podrán recibir una segunda formación militar y, muy importante, gratuita. Ya
hemos hablado con el ministro de Defensa, nos ha garantizado que todos los que
pasen por este tipo de servicio en el ejército recibirán permiso de conducir
militar, aprenderán a disparar y podrán conocer la tecnología militar más
moderna. Esto es muy seductor".
A mediados de marzo el ministro de Defensa,
Serguéi Shoigú, en un encuentro con estudiantes y profesores de la Universidad Bauman, analizó
detalladamente la posibilidad de reclutamiento entre el colectivo de
estudiantes.
"Estamos dispuestos a comenzar la pruebas
del nuevo programa de formación militar de estudiantes en septiembre, con 15-20
universidades del país". En palabras del ministro, si finalmente se aprueba,
se pondrá en práctica por etapas a nivel nacional.
La segunda noticia es el anuncio de Serguéi
Shoigú de completar el reclutamiento en los institutos con "compañías
científicas de estudiantes". "Estamos sopesando la posibilidad de
crear divisiones que por el momento tienen el nombre de 'compañías
científicas', siguiendo el ejemplo de las compañías deportivas".
"Sinceramente no entiendo muy bien cómo
se puede uno dedicar a la ciencia en medio del campo: en qué instalaciones, con
qué programas, con qué contenido. Se junta a un grupo de estudiantes que
todavía no han terminado su formación científica, que todavía no tienen
especialización, se les da por lo menos el vocabulario propio del tema y ¡zas!
ya tienes la compañía científica. La verdad es que suena algo
original...", declaró de forma muy delicada hablando sobre este asunto el
director en funciones de la Asociación de Universidades no estatales de Rusia,
Valeri Kapustin.
Le experiencia de los EE UU
Por otro lado es cierto que la inmensa mayoría
de los logros científicos militares transoceánicos están relacionados con
unidades muy concretas de Harvard y Princeton.
Aunque también es cierto que con una
diferencia esencial. Los estadounidenses tienen como norma hacer un peritaje de
todas las novedades tecnológico-militares fuera del gobierno.
Esta tradición se inició en el periodo de
formación de la república norteamericana, cuando se creó un sistema
descentralizado de gobierno. Actualmente este tipo de peritaje tiene una
inmensa importancia en la toma de decisiones políticas. Hoy en día no hay
ninguna iniciativa que exija una importante reflexión que no sea revisada por
la universidad.
Así, en 2007, todos los cuerpos de seguridad
estadounidenses, incluidos los 16 centros nacionales de seguridad con sus
subdivisiones, 1.300 organizaciones comerciales estatales y 2.000 privadas, se
unieron por iniciativa del director de la CIA en una red intelectual única
mediante el proyecto IARPA. Estos cerebros informáticos se dirigen ahora
desde el recién construido campus de la Universidad de Maryland.
Con una correcta organización militar del
proceso científico tecnológico las universidades tecnológicas rusas podrían
estar a la altura de las estadounidenses. Por ejemplo, en las investigaciones
científicas del Instituto de aviación de Moscú, una de las principales
universidades dedicadas a defensa hay más de 3.000 estudiantes.
Hace ya tiempo
que aquí funcionan la oficina experimental de construcción aeroespacial
estudiantil, la oficina de construcción de modelos aéreos estudiantil, la
oficina de construcción de helicópteros estudiantil, etc. 267 estudiantes
obtienen becas y ayudas, 135 estudiantes han obtenido medallas y diplomas en
concursos internacionales y de Rusia.
Las primeras compañías científicas en el ejército
ruso ya han sido seleccionadas entre estudiantes y han sido enviadas a
servir en Voronezh y la región de Moscú. Tras ellos irán dos divisiones
que tendrán que formarse en otoño.
http://rusiahoy.com
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