En realidad, los ejercicios estuvieron
vinculados no a los temores de Moscú con respecto a uno u otro país
vecino. El Kremlin se empeña en analizar los resultados de la reforma
militar en marcha en el país desde 2008 y de elaborar nuevos métodos de
control de la preparación combativa y de la disposición de las tropas.
Las
maniobras en las que, aparte de las tropas de la Circunscripción
militar oriental participaron, además, algunas fuerzas de la
circunscripción militar central fueron una “comprobación súbita de la
capacidad combativa”. Las tropas recibieron, sin advertencia ni
preparación previa, la orden de abandonar los lugares de dislocación
permanente para cumplir las tareas de los ejercicios planteados ante
ellas.
La primera comprobación de este tipo se llevó a
cabo en febrero de 2013 y comprendió las tropas de las circunscripciones
militares Central y Meridional. Entonces, el ministerio de Defensa
anunció que tales ejercicios sin aviso, con la orden de levantar a
grandes unidades serán una práctica regular. En marzo, a una
verificación análoga fue sometida una unidad de las tropas de la
circunscripción militar Sur, en la región del litoral del mar Negro. En
mayo la verificación se realizó en las tropas de la circunscripción
militar Occidental.
En todos los casos, en las
actividades participó el mando superior no solo de la cartera de
Defensa, sino también del país. Una parte del libreto de los ejercicios
fue la comprobación del sistema de gestión. Las órdenes sobre el
comienzo de las maniobras las impartió el presidente Vladímir Putin.
Es más, la orden del inicio del ejercicio en marzo, de las tropas de la
circunscripción militar Sur, la dio desde el avión presidencial en el
que viajaba en visita a la República de Sudáfrica.
Las
maniobras de la circunscripción militar Oriente están enmarcadas en esta
práctica. Sin embargo, ellas difieren de las anteriores por la cantidad
de participantes de militares en ellas. En los ejercicios anteriores
participaron, al mismo tiempo, un número relativamente reducido de
militares, de siete a nueve mil hombres. Se comprobaba sobre todo el
sistema de gestión y de comunicaciones, el transporte y la movilidad de
las tropas.
Los altos mandos rusos señalaron desde el
comienzo mismo que la práctica de la verificación súbita de la capacidad
combativa se desarrollará y abarcará todas las FFAA. A medida que se
acumula experiencia se irán ampliando. Además, en este caso la
verificación respondió a un programa más amplio, dado que, todo indica
que se decidió combinarlo con los ejercicios que se realizan comúnmente
en verano en el Lejano Oriente.
Las verificaciones sin
aviso de la capacidad combativa se llevan a cabo con el objeto de
entrenar las tropas y calibrar los resultados de las reformas en gran
escala del ejército, en marcha desde 2008. El objetivo de esas reformas
era la sustitución del ejército de movilización del modelo soviético,
capaz de librar grandes acciones bélicas, tan solo después del llamado
de un gran número de reservistas, por fuerzas más compactas y en
disposición permanente. Pues bien, el incremento del número de tropas
capaces de comenzar de inmediato el cumplimiento de tareas militares era
el objetivo central de la reforma militar. De ahí que sea del todo
comprensible que la dirigencia rusa optara justamente por ejercicios de
tales formas.
En Rusia, la circunscripción militar
Oriente es la mayor en territorio. Aun en tiempos soviéticos se mantenía
allí una infraestructura considerable y una imponente agrupación de
tropas que se apoyaba en ella. Naturalmente que Rusia está tomando
medidas para mantenerlas en la forma correspondiente. Además, se supone
que estas tropas pueden ser empleadas para acciones bélicas en otras
regiones. Por ejemplo, en el pasado, unidades y agrupaciones de la
actual circunscripción militar Oriente fueron participantes activas en
la guerra en el Cáucaso Norte.
En la región asiática del
Pacífico existen unos cuantos focos de inestabilidad. Es mayor que en
Europa la probabilidad del estallido allí de una crisis militar de
consecuencias impredecibles. Así lo revelan, en particular, los hechos
recientes conocidos en la península de Corea.
Las
declaraciones de dirigentes rusos evidencian que ello es tomado en
cuenta en los planes de la edificación militar. Al mismo tiempo, Rusia
no ve para sí, en este momento allí, amenazas de parte de algunos
Estados, no está sumida en contradicciones regionales y su litigio
territorial con Japón es de largo aliento, y difícilmente pueda devenir
fuente de lucha armada.
Foto: RIAN
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