Sin duda alguna, China está logrando grandes
éxitos en la creación de aviones radar propios de detección lejana. La
primera tentativa de crear semejante avión sobre la base del anticuado
bombardero soviético Tu-4 fue hecha aún a finales de los años 1960, pero
resultó fallida. En cambio, en la década de los 2000, China logró
producir en serie tres tipos de aviones radar de detección lejana: el
KJ-200, el KJ-2000 y el de exportación ZDK-03 suministrado a la Fuerza
Aérea de Pakistán. Se sabe asimismo sobre los trabajos en el prototipo
del primer avión radar de detección lejana embarcado JZY-01.
Sabido
es que todos los aviones radar de detección lejana chinos utilizan
radares con redes activas de antenas de fase, mientras que en los
aviones más pesados KJ-2000 se instalaron poderosos radares con sistema
de refrigeración por agua. Los no menos grandes KJ-200 y ZDK-3 utilizan
radares no tan poderosos con sistema de refrigeración por aire.
Los
trabajos en los aviones radar de detección lejana se concentran en el
Instituto de Investigaciones Científicas 38 de la corporación CETC. Este
instituto es un gran centro de desarrollo de la electrónica y de
radares en interés no solo de las fuerzas armadas, sino también de los
organismos de seguridad social de China.
Al propio
tiempo, los trabajos más importantes de diseño de tipos tan importantes
de radares como las ojivas de guiado autónomo para los misiles aire-aire
y de radares para cazas se realizan fundamentalmente en el Instituto de
Tecnologías Electrónicas Leihua.
El propio Wang Siaomo
trabajó gran parte de su vida en el Instituto 38 desde su fundación y
de 1986 a 2001 fue el director del instituto. Encabezó los grupos de
trabajo encargados de los proyectos de los aviones KJ-200 y KJ-2000. Por
los proyectos de los radares para esos aviones respondía otro destacado
especialista chino U Mancyn. Una prueba de los logros de este
especialista es que fue designado director del Instituto 38 a los
treinta y seis años, y a los cuarenta y cuatro fue elegido académico.
La
gran cantidad de condecoraciones recibidas por Wang Siaomo, U Mancyn y
el Instituto de Investigaciones Científicas 38 prueba que la dirección
política china y el mando del Ejército de Popular de Liberación de China
valoran altamente el progreso alcanzado en la creación de radares.
No
obstante, las conclusiones sobre la supremacía de las tecnologías
chinas sobre tecnologías análogas de otros países pueden resultar
prematuras. Semejantes dispositivos son demasiado complicados y con
frecuencia tras su entrada en servicio se pierden años para eliminar
pequeños defectos. Al propio tiempo, las características
táctico-técnicas formalmente pueden lucir en el papel como únicas en su
género.
Lo interesante del caso es que en el artículo de El Diario del Pueblo
sobre Wang Siaomo se indica que el primer caso de dirección de cazas
directamente de a bordo de un avión radar de detección lejana tuvo lugar
durante los ejercicios realizados en el noroeste de China tan solo en
2012, si bien el KJ-200 entró en servicio hacia 2009 y el KJ-2000 aún
antes.
De tal modo se confirman las suposiciones
expresadas por algunos especialistas acerca de que hasta no hace mucho
los aviones radar de detección lejana solo transmitían datos a los
puntos de mando terrestres, que eran precisamente los que dirigían los
aviones, lo cual se traducía en una pérdida de operatividad en la
dirección. Tan extraño estado de cosas puede ser una prueba de las
complejidades técnicas y organizativas, que, sin duda, serán superadas,
pero para ellos se necesitará tiempo.
Para el
observador ruso el Instituto de Investigación Científica 38 es
interesante no solo por sus éxitos, sino también por sus estrechos
vínculos con Rusia. En todo caso, sabido es que uno de los grandes
grupos estructurales del instituto se denomina Centro de Asimilación de
las Nuevas Tecnologías Rusas.
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