El vuelo de diecisiete minutos de un drone
invisible chino con tecnología stealth, se hizo efectivo el pasado 21
de noviembre. En general, algunos expertos señalan que China ya ocupa el
segundo lugar en el mundo, detrás de EEUU, por la cantidad de aviones
no tripulados con fines militares.
Es muy difícil evaluar el parque chino de drones
por las informaciones extremadamente escasas sobre el potencial
defensivo de China. Pero lo que se sabe con absoluta certeza es que por
la envergadura de la aplicación de aparatos no tripulados lideran EEUU e
Israel, mientras que por el nivel tecnológico en este campo los países
de la Unión Europea les están pisando los talones.
Representantes de
corporaciones aeronáuticas, entre ellas rusas, prevén para los próximos
años un recorte de hasta el 40 % de los aviones y helicópteros pilotados
de la Fuerza Aérea de las más grandes potencias mundiales. Las
constructoras aeronáuticas se basan en los datos de sus analistas que
afirman que la próxima y sexta generación de aviones serán aparatos no
pilotados.
No obstante, en la comunidad de expertos no hay una visión única de las perspectivas de los drones. Así, el experto de Nezavísimoe Voiénnoe Obozrenie(Boletín
militar independiente), Vladímir Scherbakov, asegura que como mínimo en
los próximos cinco años no se producirá ningún cambio radical de la
correlación entre el número de aparatos aéreos no pilotados y pilotados:
–Es
que aún no se han pulido hasta el fin diferentes cuestiones de la
aplicación de los drones. Por ahora la aeronave pilotada sigue siendo en
la aplastante mayoría de los casos más eficiente que el aparato no
pilotado. Sin embargo, en una perspectiva a largo plazo se puede esperar
que a medida que se desarrollen las tecnologías de creación de los
propios drones, así como de los sistemas de guiado, de armamento, de
comunicaciones, etc., de que están provistos, que paulatinamente
empiecen a desplazar a las naves aéreas pilotadas.
En palabras de Scherbakov, en el futuro los drones
pueden prevalecer en el cielo debido a que serán más baratos que los
vehículos pilotados tanto en la producción como en la explotación, y,
obviamente, por su cualidad más importante – la posibilidad de no poner
en riesgo la vida de los pilotos.
Esta ventaja también
reviste gran importancia en la actualidad. Por ejemplo, durante la
guerra en Vietnam (1965-1973) la Fuerza Aérea de EEUU perdió unos cinco
mil aviones. Al propio tiempo, los aparatos no pilotados realizaron
cerca de tres mil quinientos vuelos y sus pérdidas fueron del 4 %.
Durante las operaciones bélicas en el Valle de la Bekaa (1982), los drones ayudaron a la Fuerza Aérea israelí a evitar pérdidas y destruyeron casi completamente el sistema de defensa antiaérea de Siria.
Sea como sea, los sistemas no pilotados también tienen una serie de defectos sustanciales de carácter técnico y jurídico. Si el drone
funciona sobre la base del programa que se instaló en el aparato es
imposible modificar su ruta. El enemigo puede interceptar o debilitar el
control remoto del drone,
utilizando simples aplicaciones informáticas. Ya tuvieron lugar tales
precedentes con aparatos no pilotados de EEUU en Iraq y Afganistán. El drone,
dirigido por un intelecto artificial, no siempre, ni mucho menos, es
capaz de valorar objetivamente la situación y sí puede tomar una
resolución errónea sobre un ataque. El resultado de tales resoluciones
son cientos de víctimas civiles en Iraq, Afganistán y Pakistán.
Todo parece indicar que el presidente ruso Vladímir Putin
tuvo en cuenta precisamente este aspecto en el empleo de los aviones no
tripulados. Días atrás, en una reunión sobre el desarrollo de la Fuerza
Aérea nacional, el presidente ruso declaró que los vehículos no
tripulados son sistemas de combate muy serios y no juegos informáticos. A
partir de esto, Rusia tiene previsto desarrollar programas de aparatos
aéreos no tripulados, pero la práctica de aplicación de los drones por los militares y los servicios secretos rusos será diferente a la de EEUU y otros países.
Dicho sea de paso, en tiempos de la Unión Soviética en el cielo de Europa volaban tranquilamente drones
soviéticos de exploración y combate, al tiempo que los países de la
parte occidental del continente recién empezaban a diseñar sus sistemas
no tripulados. Entre 1972 y 1989 en la URSS se construyeron novecientos
cincuenta dronescon diferentes
finalidad militar. El apogeo del programa no tripulado soviético fue el
transbordador espacial Burán, que en 1988 realizó un vuelo en régimen
automático, incluyendo el aterrizaje.
Por otra parte,
no hace mucho, en el marco del Ministerio de Defensa de Rusia se lanzó
un nuevo programa de enseñanza de operadores de sistemas no tripulados.
En el acto los medios occidentales empezaron a hablar sobre diseños
secretos en Rusia de un drone
de alcance súper largo.
El desarrollo de sistemas no tripulados deviene
inevitablemente un elemento de la carrera armamentista contemporánea. De
2003 a 2012 la cuantía de las compras mundiales de diferentes tipos de
vehículos aéreos no tripulados se cifró en más de tres mil quinientos
millones de dólares. Forecast International pronostica que dentro de
diez años el mercado mundial de aparatos aéreos no tripulados subirá a
los setenta mil millones de dólares. ¿Qué parte ocupará la venta de
muerte para China? De momento no hay pronósticos.
0 comentarios:
Publicar un comentario