Según informó el lunes 5 de marzo la agencia de noticias oficial china Xinhua, a diferencia de sus dos predecesores, el Chang’e-3 tendrá "piernas" para soportar el alunizaje. Así al menos lo ha explicado Ye Peijian, jefe de la misión y miembro de la Academia del Espacio y la Tecnología de China.
El
vehículo lunar, desarrollado para estar operativo durante más de tres
meses, llevará integrados avanzados sistemas de reconocimiento y
navegación que le permitan evitar los grandes cráteres y escalar los
pequeños.
Asimismo llevará integrados paneles solares que puedan
ser desplegados para recoger energía durante el día que sirva para
alimentar los equipos durante la noche lunar –momento que dura siete
días terrestres y durante el cual la temperatura desciende hasta los 170
grados–.
No obstante, además de un rover, la nave que
China se envíe a la Luna en 2013 llevará a bordo una multiplicidad de
otros instrumentos para realizar labores varias. En palabras de Peijian,
estos instrumentos están capacitados para realizar “sondeos terrestres,
estudios relacionados con las evaluación de las condiciones de vida y
observaciones espaciales”.
El lanzamiento del Chang’e-3 y el Chang’e-4
son el segundo paso dentro de la tercera fase del programa chino de
pruebas lunares de objetos en órbita, despliegue y retorno. El gigante
asiático puso en órbita con éxito el Chan’e-1 y el Chang’e-2 en 2007 y 2010, respectivamente.
La
República Popular China ha comenzado 2012 apostando por la carrera
espacial. Además de estar trabajando en este proyecto lunar, la nación
liderada por Hu Jintao presentó a principios de año su tercer Libro Blanco de la actividad espacial, donde se recogen sus principales misiones para el presente quinquenio, y puso en órbita a bordo de un CZ-3C el Beidou DW-11, su quinto satélite de órbita geoestacionaria.
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