Cuando
en 2004 las partes firmaron el contrato referente al "Almirante
Gorshkov" nadie, ni en Moscú ni en la Nueva Delhi, pensaba que su
ejecución se dilataría casi diez años y que, además del incumplimiento
del plazo del contrato, las relaciones entre los dos países se
ensombrecerían en un determinado momento por un período prolongado por
falta de financiamiento, por el incremento del monto del contrato y por
trabajos adicionales no planificados.
Hoy
todos estos problemas pertenecen al pasado. La parte rusa evidenció su
disposición a encarar los problemas y a la parte india le alcanzó la
resistencia y el tacto para no agravarlos. Como resultado rumbo a las
costas indias se dirige un buque totalmente nuevo, provisto de los más
modernos equipos de navegación y capaz de llevar a bordo treinta
aeronaves, incluidos los aviones Mig-29K y los helicópteros Ka-31.
Todos
salieron ganando. Moscú ratificó su reputación de socio clave de la
India en materia de cooperación técnica-militar. Los detractores, que
decían que Moscú quería aprovecharse de la ocasión y entregar a la India
una “vasija vetusta y oxidada”, hoy permanecen tan callados como
aquellos que en Rusia acusaban a la India de usar de astucias en la
discusión del precio y de querer recibir un portaaviones modernizado
casi gratis.
El
acuerdo sobre el portaaviones "Vikramaditya" no se limita a su entrega a
la Armada de la India. Rusia asimismo entrena a la tripulación india
del buque. Además, la parte rusa está creando la infraestructura que
servirá de base para el "Vikramaditya" en el océano Índico. Teniendo en
cuenta que el plazo de servicio del buque será de treinta años, se puede
asegurar que no solo ahora, sino también en el futuro el "Vikramaditya"
estará ligado a la cooperación técnico-militar de Rusia y la India.
Las
tareas, que hoy se plantean ante la India, requieren la defensa de las
rutas marítimas comerciales, la protección del acceso a los recursos
naturales y la salvaguardia de los intereses de la numerosa diáspora
india en Asia. Esto supone el desplazamiento del centro de gravedad de
la construcción militar al componente marítimo. Dicho de otro modo, el
objetivo estratégico es convertir a la India, que acaba de recibir el
portaaviones "Vikramaditya", en una gran potencia naval.
Con
la adquisición del portaaviones las Fuerzas Navales de la India
ascienden ahora a otra “categoría de peso”. Esto les permitirá resolver
por completo la ambiciosa tarea de que la India obtenga ventajas
estratégicas en la región asiática. Tal es la dimensión geopolítica de
la transacción concerniente al portaaviones "Almirante Gorshkov", ahora
denominado "Vikramaditya".
© Foto: www.solid-msk.ru
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