Según Vladímir Putin la cartera de pedidos de armamento creció en 1.000 millones de dólares, hasta alcanzar los 50.000 millones. El volumen de suministro real, en comparación con el mismo período de 2013, prácticamente permaneció sin cambios, superando los 15.000 millones de dólares, y la suma de contratos descendió de 18.000 a 14.000 millones.

Por su parte, según el Instituto de  Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI) el listado de clientes de armas rusas ha sufrido importantes cambios. 

En 2014 Siria y Venezuela dejaron de estar entre los cinco mayores compradores y en su lugar aparecieron Azerbaiyán e Irak. Con el país árabe Rusia cerró una amplia cartera de contratos por un total de 4.000 millones de dólares, en donde se incluyen sistemas lanzallamas Solntsepiok y helicópteros de choque Mi-28NE.

En 2014 Vietnam también fortaleció su posición, convirtiéndose en uno de los mayores importadores, solo por detrás de la India. China descendió hasta el tercer lugar del ranking, reduciendo su dependencia de armas rusas.

El listado de los equipos militares suministrados al extranjero también ha cambiado significativamente. Ha aumentado la demanda de equipamiento terrestre (los vehículos blindados de combate), con ventas que han alcanzado los 682.000 dólares, y también los buques de guerra, en 2014 las ventas han sido de 660.000 dólares. Recordemos que en 2013 el equipamiento terrestre fue el menos requerido por los países importadores.

Los equipos rusos de aviación siguen a la cabeza de suministros de armamento año tras año. Las ventas en 2013 y 2014 fueron de 2.906 y 2.874 millones de dólares, respectivamente.

Los mayores acuerdos contraídos han sido en venta de helicópteros. En 2014 Rusia cumplió el contrato de suministro de 63 helicópteros Mi-17V-5 a Afganistán (encargado por EE UU). También cabe destacar el suministro de Mi-171-Sh a Perú

Cooperación militar con los BRICS

El 2014 Rusia comenzó a salir de algunos mercados y a fortalecerse en otros, sobre todo en el sureste asiático, América Latina y África. El gobierno ruso considera estos mercados los más prometedores. La presencia de Rusia en estos mercados militares debería ir incrementándose de año en año.

Rusia está negociando intensamente con Indonesia la posible venta de aviones de Su-35 para renovar de aviación. También hay negociaciones con Argentina, Nicaragua, Uruguay y Perú sobre el posible suministros de aviones nuevos (el avión de entrenamiento Yak-130 y el MiG-29 para Nicaragua). 

A lo largo del año pasado fue importante establecer nuevas formas de interacción con los compradores, incluyendo el desarrollo de equipamiento para la producción conjunta. 

 
Cabe destacar sobre todo la disposición de Rusia para crear empresas conjuntas y entregar tecnología de defensa a los países BRICS. En verano de 2014 Rusia expresó que estaba dispuesta a entregar tecnología militar a Sudáfrica, aunque no se especificó de qué tecnología se trataba concretamente. 

En 2015 Rusia y Brasil esperan cerrar  un contrato para el suministro de misiles tierra-aire de corto y medio alcance así como de complejos antiaéreos Pantsir S1, con la posibilidad de que haya una producción conjunta de subasamblaje y accesorios en Brasil. En 2016 el gigante sudamericano también dispondrá de un centro de servicio para helicópteros de producción rusa.

 
El Servicio Federal de Cooperación Técnico-militar cree que Rusia cumplirá todas sus obligaciones de exportaciones en 2015 y acabará el año con un nivel de suministros similar al de 2014. Tomando en cuenta la complicada situación internacional y las sanciones impuestas contra Rusia, que bloquean una serie de mercados, estos datos se pueden interpretar como el éxito del equipo militar nacional.

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