El presupuesto que Pekín actualmente dedica a la
defensa supone el 2,5% del producto interno bruto. Mientras, el
armamento 'made in China' conquista el mercado global.
Según el Instituto Internacional para la Investigación de la Paz de Estocolmo (SIPRI), Pekín ocupa el segundo lugar en
la lista de los Estados con más gasto militar en el mundo después de
EE.UU., aunque con una brecha significativa.
"China está invertiendo
miles de millones de dólares en la investigación y desarrollo de su industria armamentista . Para beneficiar al sector aprovecha también los logros tecnológicos de sus socios extranjeros", comentó a ' The New York Times '
Guy Anderson, el principal analista de la casa editorial británica IHS
Jane's, especializada en temas aeroespaciales y militares.
" China necesita su potencial militar para equilibrar la balanza ",
insiste Yan Xuetong, decano del Departamento de Relaciones
Internacionales Modernas de la Universidad Tsinghua y uno de los
politólogos más destacados de China. Según él, el rápido desarrollo de China provoca angustia en el mundo, en primer lugar a EE.UU., lo que hace que Pekín se enfrente a más problemas de seguridad .
China necesita su potencial militar para equilibrar la balanza
La única solución es invertir en defensa y establecer un nuevo tipo de
relaciones con Washington, concentrándose en mantener una competencia
"sana" con los norteamericanos, insistió Xuetong durante una conferencia
en la sede de la Asociación de Periodistas de China. Por lo visto,
Pekín ya está llevando esta estrategia a la práctica. Entre los años
2008 y 2012 el volumen de sus ventas de armamento al extranjero (que
incluyeron vehículos aéreos, misiles, buques y artillería) aumentó en un
162%, lo que convirtió a China en el quinto exportador de armas a nivel
internacional.
El Gobierno de Turquía, país miembro de la OTAN, anunció a finales de septiembre que había escogido un sistema chino, el HQ-9 ,
para satisfacer las necesidades del programa nacional de defensa
antiaérea T- LORAMIDS. Y se inclinó por ese sistema a pesar de que será
difícil integrar el HQ- 9 al existente equipamiento de la OTAN del que
ya dispone Ankara.
El monte de la transacción, que todavía está por firmarse, ronda los
4.000 millones de dólares.
El complejo terrestre móvil, obra de CPMIEC
(China Precision Machinery Import-Export Corporation), ganó la
licitación, compitiendo con el sistema estadounidense Patriot, los S-300
rusos y el SAMP/T europeo. La Administración de Barack Obama no tardó
en expresar a Ankara su preocupación al respecto.
Otra empresa china, China Shipbuilding Industry Corporation (CSIC),
compite actualmente con España y el Reino Unido por la construcción de
un buque de proyección para el Comando de las Fuerzas Navales de
Turquía. Se espera que la decisión se pronuncie a finales de 2013.
Además este año China ha empezado la producción en masa de helicópteros utilitarios livianos Z-11
para Argentina, de acuerdo con un contrato firmado en 2011.
Los avances de Pekín en el mercado internacional de armas se deben a su
política de incrementar la calidad reduciendo los precios, explica Xu
Guangyu, director de la Asociación China de Control de Armas y de
Desarme.
Según él, otro factor importante que influye es "la política de
no interferencia". "Cualquiera que sea el Gobierno, cualquiera que sea
su estatus diplomático hacia nosotros, podemos negociar con él la venta
de armas", sin que se le imponga "ninguna condición" sobre sus políticas
internas, detalló.
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