Boeing y Lockheed Martin
Corporation irán de la mano para hacerse con el programa de la Fuerza
Aérea estadounidense “LRS-B” (Long Range Strike Bomber ), que comprende
la compra de hasta 100 nuevos cazabombarderos de largo alcance.
Boeing
sería el contratista principal, mientras que el papel de Lockheed Martin
sería el de principal subcontratista. Las dos partes han confirmado
esta información a través de un comunicado conjunto, en un proyecto del
Pentágono en el que se espera un valor máximo para cada caza de hasta
550 millones de dólares, por lo que el contrato podría llegar a alcanzar
el monto total de 55.000 millones de dólares durante los años de vida
útil del programa.
Frente a Boeing y Lockheed Martin
entrará en la puja la también norteamericana Northrop Grumman, que será
la principal rival en esta candidatura.
Los nuevos cazas podrían empezar a estar
operativos a partir de 2024, en un proyecto que, según confirmó Dennis
Muilenburg de Boeing a través del comunicado conjunto, es “de alta
prioridad para la modernización de la Fuerza Aérea y fundamental para
nuestra seguridad nacional”. Por su parte, Orlando Carvalho,
vicepresidente ejecutivo de Lockheed Martin, especificó que en este
equipo “se reunirán los requisitos para entregar este caza de largo
alcance a la Fuerza Aérea de EEUU con el presupuesto y en los plazos
requeridos”.
De esta manera, este tándem formará de
nuevo equipo después de la experiencia de del F-22 Raptor y tras haber
unido en 2008 sus fuerzas para presentar una proposición conjunta a este
mismo proyecto de cazas, aunque el programa quedase suspendido poco
después. El programa "LRS-B" ha salido adelante en un contexto de
fuertes recortes presupuestarios en EEUU, por lo que se espera vea la
luz con un precio más asequible y competitivo de lo que se especuló en
2008.
defensa.com
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