EADS podría lanzar una nueva versión de exportación sin tecnología de EEUU para evitar el bloqueo
China podría dar el gran espaldarazo a
la campaña de exportación que Airbus Military ha puesto en marcha para
vender su avión de transporte militar A40OM en todo el mundo.
Fuentes
solventes de EADS en el país del Dragón desvelan a esta publicación que
la República Popular estaría interesada en comprar 200 aviones A400M. De
confirmarse esta propuesta militar, la filial de aviones de transporte
militar -que engloba los activos de la antigua Construcciones
Aeronáuticas (Casa)- podría asegurarse unos ingresos superiores a 36.000
millones de euros si cada aparato supusiera un desembolso de 180
millones y, lo que es más importante, comenzaría a rentabilizar el
programa, un proyecto que ha costado 20.000 millones de euros y que ha
tenido un sobre coste de 7.700 millones por los retrasos que ha causado
el diseño del motor del avión.
El problema de esta propuesta, añaden
las mismas fuentes, es que el avión de transporte militar tiene muchos
componentes norteamericanos y Estados Unidos siempre aplica su derecho
de veto y no deja vender aparatos con su tecnología a países que no
considera amigos, como es el caso de China.
Por tanto, el A400M, tal y
como está concebido en la actualidad, no se podría vender allí. No es la
primera vez que Airbus Military tiene un conflicto similar. A mediados
de la pasada década, la filial de EADS estuvo negociando con el Gobierno
de Venezuela para venderle una docena de aviones CN-235 en sus
versiones de transporte y de vigilancia, un aparato que también tiene
elementos norteamericanos en su tecnología.
Problemas con Venezuela
El enfado de las autoridades
norteamericanas fue tal que llegaron a amenazar a Airbus Military -en
aquel momento denominada EADS Casa- con no dejarle participar en el
Future Cargo Aircraft, un programa para vender aviones de transporte
militar a Estados Unidos en el que al final no fue seleccionada la
empresa europea, pese a que había roto con anterioridad el posible
acuerdo con el por entonces Gobierno Chávez.
Conscientes de esa
dificultad, desde EADS en China se cree que podría ponerse en marcha una
versión de exportación que no contuviera elementos estratégicos
norteamericanos para poder venderla al país asiático o a otras no
alineadas con la política norteamericana. Durante el acto de entrega del
primer A400M a Francia en Sevilla, un ejecutivo del grupo preguntado
por el interés del país asiático aseguraba a el Economista Transporte
que es posible la venta de aviones a China, pero a medio plazo "nunca
antes de 10 años".
Sin embargo, un portavoz oficial de
Airbus Military no ve factible la posibilidad de vender esos aviones a
China por el bloqueo norteamericano. Además, desde ciertos sectores de
la compañía existe bastante desconfianza a que un acuerdo de estas
características supondría un alto riesgo de plagio de la tecnología del
avión, como ya viene ocurriendo en otros sectores.
De hecho, lo lógico
es que si China acaba formalizando este contrato pediría que se
ensamblaran o que se fabricara parte de los mismos allí, como ya ocurre
en el terreno de los aviones comerciales de Airbus, y existiría cierto
riesgo de copia. La filial comercial de EADS cuenta, entre otras
instalaciones, con una planta final de ensamblaje para el A320 en
Tianjin, en las cercanías de Pekín, y con otra factoría que realiza
piezas clave para el nuevo A350 XWB en la localidad de Harbin.
Desde
Airbus China se reconoce a este periódico que son conscientes del
posible plagio de tecnología, por esa razón el fabricante con sede en
Toulouse no ha llevado sus últimos avances en este terreno a China, para
ir siempre un paso por delante.
Pero el interés existe y la campaña de
exportación del A40OM es un elemento clave en la futura supervivencia
del programa. Y mucho más cuando los propios países de lanzamiento han
manifestado sus problemas económicos y su intención de vender a terceros
parte de su pedido. Del encargo de 184 unidades inicial, el pedido ha
disminuido hasta las 174 actuales. A este contratiempo hay que sumar que
existen países, como es el caso de España y Alemania, que ya han
anunciado su intención de destinar sólo parte de los aviones de su
pedido a sus Fuerzas Armadas, vendiendo el excedente a terceros.
Y es aquí donde puede aparecer otro foco
de conflicto en el prograelEconomista ma. En el caso de España, Defensa
ya ha decidido quedarse con 14 de las 27 unidades encargadas y exportar
las otras 13.
El problema es que podría chocar los intereses de EADS
con los de cada país. La compañía presidida por Tom Enders aseguró el
pasado 30 de septiembre a esta publicación que intentarán cerrar en un
año el primer contrato de exportación con un país de Oriente Medio,
justo una de las zonas de influencia históricas para la antigua
Construcciones Aeronáuticas, que ya sabe lo que es vender aviones de
transporte militar en esos países. El lunes, Pedro Argüelles hacía
hincapié en que España ha cumplido su parte del contrato firmando la
compra de las 27 unidades a la Occar (Organización Conjunta de
Cooperación en Materia de Armamento).
En el futuro se verá qué uso se
hace de esos A400M, aunque el Ejército maneja estudios en los que se
asegura que las necesidades de las Fuerzas Armadas se cubren con 14
aparatos. Pero los intereses de los países de lanzamiento deben
conjugarse con la rentabilidad del programa. El pedido de China podría
ser su tabla de salvación.
Miguel Ángel Gavira
http://www.eleconomista.es
http://www.defensa.com
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