En
la prensa se mencionaban diversas versiones del armamento enganchado al
J-15: misiles aire-aire y dos misiles antibuque YJ-83K; dos misiles
aire-aire de alcance corto y cuatro toneladas de quinientos kilogramos.
De ahí, la masa del armamento superó las dos toneladas.
Las
limitaciones sobre de la masa para el despegue de los aviones era el
punto flaco del esquema soviético desde los portaaviones sin catapultas.
El avión contaba solo con la fuerza de empuje de sus motores,
adquiriendo mucha importancia factores como la velocidad del
portaaviones, la velocidad propia y la dirección del viento. Cuanto
mayor sea la carga, tanto mayor impulso han de desarrollar los motores
en el momento de despegue del avión desde la cubierta. La tarea podría
facilitarse, si el propio portaaviones se desplaza a una impresionante
velocidad y contra la dirección del viento, pero por diversas razones no
siempre se logra conseguirlo.
Dado
que el J-15 es una versión del caza embarcado soviético Su-33, es de
suponer que está sujeto a las mismas limitaciones. Según la
documentación, el Su-33 tenía una masa de despegue de 32 200 kilogramos y
era capaz de portar más de 6000 kilogramos de armas. La masa máxima de
combustible a bordo del avión constituía 9500 kilogramos. Pero los
aviones casi nunca llenan sus tanques de combustible al máximo, sin
hablar ya del peso máximo del armamento, tratándose de vuelos desde
portaaviones.
El
portaaviones chino Liaoning es la versión modernizada del soviético
Variag y posee tres posiciones de despegue, dos de las cuales
proporcionan el recorrido de despegue equivalente a 90 metros, y solo la
tercera a 180 metros.
El
despegue del Su-33 con una masa de despegue cercana a la máxima, será
posible desde la tercera posición de despegue, siendo bastante alta la
velocidad del portaaviones y favorable la dirección del viento. Una
condición indispensable es la maestría profesional del piloto. Dicho en
otras palabras, el despegue de un grupo de aviones dotados de armamento
pesado o con mucho combustible en los tanques, requerirá tiempo
adicional. Por regla general, los aviones despegan sin llenar los
tanques hasta al tope y portando solo misiles aire-aire.
Procede
señalar que los Su-33 no han llegado a ser cazas polivalentes por no
ser capaces de portar misiles guiados aire-superficie. Su principal arma
son los misiles aire-aire, relativamente ligeros. En la versión de
interceptor, el Su-33 es capaz de despegar con una cantidad admisible de
combustible.
El
J-15, en cambio, se diseñaba como caza polivalente modernizado,
adaptado para portar armas de precisión, en particular, bombas guiadas y
misiles de crucero, razón por la cual las limitaciones a la masa le
serán más sensibles. Rusia, por su parte, pasa a incorporar en calidad
de aviones de cubierta los ligeros cazas polivalentes MiG-29K.
Resumiendo,
las principales incógnitas de los ensayos chinos han sido la cantidad
de combustible a bordo de los J-15 y, consiguientemente, su masa de
despegue, así como la velocidad del portaaviones y las condiciones
meteorológicas.
Dicho
con propiedad, estos son los parámetros que determinan la adaptabilidad
operacional de Liaoning. Según la información disponible, en un futuro,
China planea construir portaaviones dotados de catapultas, lo que
eliminaría muchas limitaciones en el empleo de los J-15.
Screenshot: YouTube
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