La principal dificultad de la tarea radica en optimizar este
armamento en base a los objetivos de cada acción militar. Además, el
futuro desarrollo de tecnología militar "no humana" saca a la palestra
el problema de cómo controlar sus acciones.
"Uno de los principales objetivos del
futuro programa será la creación de todo tipo de tecnología robótica: aérea,
terrestre, submarina", afirmó, en su intervención en la novena exposición
internacional de armamento, tecnología militar y municiones Russia Arms Expo 2013, el vice primer ministro del gobierno Dmitri Rogozin, supervisor del complejo
militar ruso. También indicó que el avance en el progreso tecnológico debería
borrar las fronteras entre los diferentes medios en el ámbito militar.
"Por ejemplo, la tecnología aérea debería ser capaz de alcanzar la
estratosfera", indicó Rogozin.
"Resulta aún más peligroso que en el
futuro se creen robots completamente automatizados que dispongan de
inteligencia artificial, con licencia para matar, es decir, capaces de
decidir por propia iniciativa, sin el operador, de qué forma se
realizará la tarea encomendada, la elección del objetivo y determinar la
conveniencia y el método para alcanzarlo. Su aparición debilitaría aún
más la señal de retorno entre el agresor y el agredido y disminuiría aún
más el umbral de contención", según comenta Vasili Burenok.
Según informó el vicepresidente de la Comisión
de Tecnología Militar del gobierno, Oleg Bochkarev, en el Ministerio de Defensa
ruso ya se ha aprobado un programa para el fomento de tecnología robótica que
prevé el desarrollo de un plan único para futuras acciones. Alrededor de 40
empresas tienen planeado trabajar en este ámbito, pero hablar de la creación de
un centro de desarrollo robótico único, según Bochkarev, es todavía prematuro.
¿Por qué es importante crear un centro único
de desarrollo de robots militares (RTK VN por sus siglas en ruso)? Hoy en día
las acciones militares se caracterizan, no por la utilización masiva de un gran
número de soldados en un amplio y único frente, sino por ataques puntuales
sobre diferentes teatros de operaciones con la ayuda de todas las fuerzas
armadas y todo tipo de tropas.
De modo que para crear un programa de diseño, producción y desarrollo a largo plazo en el ejército, el RTK VN tiene que tener una idea clara de las características concretas de las acciones militares en las que participarán las fuerzas armadas rusas, el tipo de misiones que tendrán que realizar y cuáles pueden ser encomendadas a los robots.
"Es evidente que los RTK VN deberían estar relacionados estructural y funcionalmente con otros elementos del sistema, ser capaces de obtener información del mismo y transmitirles sus propios datos. Las acciones del RTK VN deberían aumentar la efectividad de la aplicación militar de otros elementos del sistema armamentístico", dice uno de los desarrolladores de tecnología robótica, el doctor en ciencias tecnológicas, Vasili Burenok.
En caso contrario, ni siquiera dotar al
ejército de un gran número de robots podría garantizar unas fuerzas armadas
modernas, que cumplan sus objetivos bajo un mando unificado.
Después de su entrada en el Consorcio
Armamentístico Kaláshnikov, el Instituto de Investigación Tecnológica y científica Progress se convertirá
en una de las principales organizaciones de Rusia en el desarrollo de robots
militares.
En este caso la principal tarea será el principio de optimización de
los medios de lucha automatizados. "No vence el que tiene el tanque más
moderno, el caza más rápido o el misil más potente, sino el que consigue
dirigir de manera más efectiva, compleja y coordinada todo su armamento",
señala el director general del Instituto, Andréi Zorin.
La empresa desarrolló en 2009, con sus propios
medios, un aparato de control remoto para acciones bélicas de exploración de
las divisiones de misiones especiales. En 2010 pasó con éxito las pruebas
gubernamentales y se introdujo en el ejército a partir de 2011.
Es evidente que el ritmo de introducción de
los robots será cada vez más rápido, además la tecnología en sí se
perfeccionará cada vez de forma más activa. Pero el peligro de este proceso es
que el rápido desarrollo de la nanotecnología, la biotecnología, la tecnología
informática y la cognitiva, permitirán la aparición de robots más perfectos
para diferentes aplicaciones, con el uso también de alta inteligencia
artificial.
La manera de percibir las mismas acciones
militares en la conciencia humana también puede convertirse en algo virtual,
algo que exista únicamente en las pantallas de los monitores, haciendo que en
lugar de ser algo terrible, se convierta en un entretenimiento. La decisión de
aplicar la fuerza ya no se verá frenada por la conciencia de las posibles
pérdidas humanas para las partes que dispongan de superioridad tecnológica.
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