Según la prensa, Teherán y Moscú podrán hallar una solución al problema de suministro a la República Islámica de misiles antiaéreos rusos. El contrato de suministro de sistemas antiaéreos S-300 fue suscrito hace seis años, pero no llegó a ejecutarse debido a las sanciones decretadas por el Consejo de Seguridad de la ONU contra Irán.
Según datos que obran en poder del periódico Nezavísimaia Gazeta,
las partes podrían volver a negociar el asunto solo después de que
Teherán retire su demanda judicial contra Rusia por un importe de cuatro
mil millones de dólares, presentada debido al incumplimiento del
contrato. Se espera que lo haga en los próximos días.
Recordemos
los antecedentes de la suspensión del contrato. El suministro de los
S-300 se firmó en 2007. En junio de 2010, el Consejo de Seguridad aprobó
una resolución sobre el recrudecimiento de las sanciones contra Irán,
prohibiendo suministrar al país persa varios armamentos ofensivos.
Aunque el S-300 es un sistema puramente defensivo y no figuraba en la
lista de la ONU, pasados tres meses, el presidente ruso Dmitri Medvédev prohibió suministrarlos.
Al
ampliar la nomenclatura de armamentos sujetos a prohibiciones, Rusia
dio muestras de responsabilidad global, procurando no exacerbar la
situación en torno a Irán, la cual de por sí ya era tensa, debido a la
amenaza de guerra con Israel a causa del programa nuclear iraní.
En
2011, las autoridades de Teherán recurrieron contra Rusia ante la Corte
Internacional de Conciliación y Arbitraje de Ginebra, sin que la
demanda fuera tramitada.
Ahora
que la tirantez en relación con Irán se ha relajado, sí que se puede
vender a Irán misiles antiaéreos que ya serían los novísimos S-300VM
Antei-2500, sin infringir formalmente, según los expertos, la
prohibición de suministrar los S-300, decretada en 2010. Los S-300VM
Antei-2500 tienen otro marcaje y son producidos por otra fábrica,
mientras sus prestaciones son incluso más amplias, comenta el director
del Centro de Estudios Sociopolíticos, Vladímir Yevséiev:
—Los
S-300VM están más adaptados para la defensa antimisiles que para la
antiaérea, por lo cual lleva ventaja frente a los S-300, sobre todo en
la interceptación de misiles. Y es una cuestión de fondo. Suponiendo que
Irán sea atacado, el primer golpe se asestaría precisamente con
misiles, por lo cual es muy importante interceptarlos.
El
contrato sobre los S-300VM Antei-2500 también contribuiría a reforzar
la seguridad de Siria, opina el director del Instituto de Nuevos
Estados, Alexéi Martínov:
—Creo
que, dadas las relaciones de aliado entre Irán y Siria, el ejército
iraní, dotado de misiles rusos, también darían cobertura al país árabe.
Cuando
Teherán retire su demanda de la Corte de Ginebra, el período nada fácil
de las relaciones ruso-iraníes pasará a la historia, puesto que la
interpelación no solo ponía trabas a la cooperación militar, sino que, a
juzgar por todo, les pesaba a los propios iraníes que rehusaban
categóricamente comentar su suerte en la Corte de Arbitraje. Los plazos
de la vista de la demanda hace ya mucho que expiraron. Una solución, al
parecer, se gestaba desde hace ya mucho. Esperamos que se haga realidad.
Foto: RIAN
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