La
próxima entrega de un submarino ruso de ataque de la clase Akula II, de
propulsión nuclear, puede suponer un notable refuerzo de las
capacidades navales indias, siendo a la vez un escaparate de primer
orden para la industria de defensa rusa, elemento clave para la
consolidación de Moscú en Asia-Pacífico, la gran asignatura pendiente
del recientemente reelegido Putin. Rusia no puede aspirar a ser una gran
potencia si no refuerza su presencia en una zona económica clave, evita
una influencia excesiva china en su patio trasero, y desarrolla
definitivamente su Extremo Oriente. Por su parte, la India necesita
asegurar sus líneas de comunicación marítimas.
Una
entrega retrasada por un accidente. La fecha prevista para la entrega
del submarino de ataque de propulsión nuclear K-152 Nerpa es finales de
marzo, siendo la fórmula jurídica escogida el arrendamiento. Según
fuentes del Ministerio de Defensa indio, la nave estaría ya viajando
hacia el puerto de Visakhapatnam.
El
submarino, de la clase Akula II, debería haber sido entregado el año
2008, pero un accidente durante sus pruebas en la mar, con un balance de
20 víctimas mortales, retrasó su construcción y equipamiento.
Finalmente se acerca su entrada en servicio en la Armada india, en un
momento en que las capacidades navales de Nueva Delhi no parecen estar
en consonancia con sus ambiciones. Observamos, por una parte, cómo la
India ha pasado a la ofensiva, entrando de lleno, al igual que el Japón y
por los mismos motivos, en el contencioso sobre el Mar del Sur de
China, mientras que, por otra, su presupuesto de defensa cae tras el
chino. Algunas voces consideran que esta distancia creciente con Beijing
podría cubrirse, al menos hasta cierto punto, con una mayor cooperación
tanto industrial como operativa con Tokio y Washington, una vía en la
que confían crecientemente estas dos capitales, que en los últimos meses
han anunciado respectivamente una relajación de las restricciones sobre
la venta de armamento y un mayor énfasis en las alianzas regionales
para hacer frente al rearme chino y los intentos de Beijing por volver
al sistema tributario.
Sin
embargo, como demuestra una vez más precisamente el recurso a la
industria rusa para la adquisición de este submarino, Nueva Delhi
continúa insistiendo en su tradicional negativa a integrarse en ninguna
alianza concreta, lo que tiene su reflejo en una política de adquisición
de armamentos que busca la diversificación. La selección del caza
francés Rafale sería otro ejemplo reciente, en lo que supone una
búsqueda de la máxima autonomía en la arena internacional, pero a la vez
una pesadilla a nivel logístico y de integración de sistemas de
armamento a menudo muy diversos.
Las
industrias de guerra rusas, esenciales para el resurgimiento de Moscú.
El interés ruso en suministrar un submarino nuclear a la India, e
idealmente conseguir nuevos contratos en la región, va más allá de las
contrapartidas económicas, aun siendo éstas notables. Para cualquier
potencia, el suministro de sistemas de armamento y su correspondiente
mantenimiento, modernización, y en ciertos casos, coproducción, es un
instrumento esencial para extender su influencia y reforzar relaciones
bilaterales clave. Moscú y Nueva Delhi, con intereses comunes ante China
y en zonas como Asia Central, son socios tradicionales en este sentido,
aunque la India ha ido reduciendo gradualmente su dependencia de los
suministradores rusos.
El
Pacífico: la gran asignatura pendiente de Putin. La situación en este
teatro no deja de presentar grandes contrastes, desde una perspectiva
rusa, con la que observamos en Europa, el Mar Negro, y Asia Central.
Mientras que Putin supo dejar atrás una década de crisis permanente e
iniciar la reconstrucción de una esfera de influencia en estas zonas,
que ha llevado en el campo de la industria armamentística a diversos
acuerdos de colaboración con Francia, Alemania, e Italia, así como a
forzar un embargo de facto sobre las ventas de muchas clases de
armamento norteamericano a Georgia, la debilidad rusa en el Extremo
Oriente continúa siendo palpable.
Siberia
sigue sin desarrollar plenamente, la inferioridad militar convencional
ante Beijing exige continuar confiando en las armas nucleares tácticas,
la colonización económica china de Corea del Norte amenaza la posición
estratégica rusa, y Tokio continúa desarrollando a marchas forzadas un
escudo antimisiles que los líderes rusos persisten en ignorar, mientras
se llenan la boca con continuos discursos y declaraciones sobre las
intenciones de la OTAN en este campo, olvidando que si Japón alcanza su
objetivo ello supondrá la devaluación automática de las fuerzas
estratégicas nucleares rusas y con ellas el estatus de Moscú como
potencia.
Sin
embargo, esta mezcla de fortaleza y pragmatismo que ha cosechado
importantes éxitos para Moscú en su fachada occidental parece ausente
ante sus vecinos orientales. Una pregunta que nos podemos hacer es si es
posible realmente hablar de renacimiento ruso ante dicha carencia, o si
el creciente peso económico del Pacífico dejará atrás a un país que
parece haber olvidado que lo que convirtió a Estados Unidos en una
potencia global fue precisamente su dominio de dos océanos. Otro
interrogante es si Putin, recientemente elegido presidente por seis años
más, puede alcanzar este objetivo, una vez conseguidos notables éxitos
en otros teatros, o tendrá que acabar cediendo la batuta a otro líder
más centrado en Asia Pacífico.
En
el campo concreto de la construcción naval, la incógnita es si los
submarinos que Rusia está proporcionando a Vietnam e India permitirán a
estos dos países hacer frente a la cada vez más poderosa Armada china, y
si Taiwán podría alcanzar algún tipo de acuerdo con Moscú en este
campo. Esto último, o algún trato con Tokio en defensa antimisiles,
supondría extender al Pacífico la estrategia rusa de cooperar con sus
antiguos enemigos en el Viejo Continente, un reto al que se enfrenta
Putin, y que acabará determinando su papel en la historia. Si quiere
entrar en la misma por la puerta grande, tendrá que dedicarle más
atención a dicho Océano.
Alex Calvo
http://www.revistatenea.es/
* Alexandre Calvo Cristina
Profesor de relaciones internacionales, European University
Profesor de relaciones internacionales, European University
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